De todos los diseñadores que definieron la estética de los 90s y cambiaron el curso de la moda para convertirla en un vehículo que interaccionara con otros ámbitos artísticos… Helmut Lang es mi favorito. Este austríaco hizo del minimalismo, del deconstructivismo y del estilo high-tech un éxito comercial sin precedentes y, de este modo, se convirtió en un pionero, un visionario cuya influencia perdura hasta hoy. No es extraño, por tanto, que su firma (de la que se desvinculó para dedicarse al arte en 2005) regrese ahora tras someterse a un total reset. Para ello, se ha recuperado su logo y tipografías originales; se ha creado una colección cápsula con 15 prendas icónicas que se van a volver a poner a la venta en septiembre; se ha contratado como director creativo a Shayne Oliver, responsable de la vanguardista firma Hood By Air (HBA); y se le ha pedido al fotógrafo Ethan James Green que realice una radical campaña en blanco y negro para la que ha contado con personajes tan dispares como la modelo Alex Wek o la ex-porn star Traci Lords. ¿El resultado de esta operación rescate? Inquietante y sugerente.