Desde que comenzó con su firma en 1994, Isabel Marant se convirtió en un referente indispensable para todas aquellas fans del estilo bohemio a la francesa. Durante la pasada década, esta tendencia masiva le aupó a lo más alto del fashion establishment y su propuesta pasó de ser asequible easy-to-wear a lujoso prêt-à-porter. Y, a lo largo de estos últimos años, la firma no ha dejado de crecer, llegando a protagonizar la famosa colaboración anual con H&M en 2013, que batió récords de venta online. Teniendo en cuenta todo este camino recorrido… ¿cómo es posible que la diseñadora parisina todavía no se hubiese lanzado a diseñar una colección de menswear? Misterios de la moda. Marant aterriza esta primavera en el ámbito masculino con una colección que encaja perfectamente con ese espíritu effortless o relajado que tanto se lleva. Su manera de ver la moda es sencilla, nada forzada, y defiende una normalidad al vestir que ahora tiene hasta nombre propio: normcore. Sin embargo, Marant se diferencia de otras firmas que practican esta aparente sencillez en la moda con su infalible buen gusto; ella no es partidaria del bad taste que lo invade todo y hace de lo feo algo cool. A Marant le gustan las prendas y accesorios bonitos, con cierto aire retro 70s, pero bonitos. Su debut for men es una buena prueba de su gran talento a la hora de practicar el mix&match, algo que además ella misma os lo explica en un vídeo realizado para la ocasión. Prestad atención.