Ahora más que nunca, ellos son los creadores de referencia. El tiempo y su perseverancia en defensa de la sostenibilidad en la moda les ha dado la razón y les ha convertido en pioneros del presente y del futuro de una industria en plena catarsis.
Antes se decía “renovarse o morir”, ahora toca “transformarse o morir” en propuestas como las que estos diseñadores han ido construyendo para demostrar que se puede respetar el medioambiente sin renunciar a un excepcional nivel creativo.
A continuación, os recomendamos seguir bien de cerca unos nombres propios que están consiguiendo que la moda de autor cambie y deje de ser una fuerza destructora del planeta. A ver si, por fin, cunde el ejemplo y el resto se une a ellos. Esperamos ansiosos que suceda.
Cuando el término upcycling no existía, ella ya lo practicaba. Con todo lo que le sobraba de sus colecciones creaba otras prendas que vendía en su tienda fuera de temporada porque… el ciclo tradicional de la moda nunca le pareció una buena idea y, con la llegada del cambio climático, todavía menos. Experta en romper reglas desde que definió la estética punk made in London, Vivienne lleva desde principios del siglo XXI alertando sobre el peligro que corre el planeta Tierra y defendiendo una moda que no lo dañe todavía más de lo que ya está dañado. A sus 79 años, su activismo continúa intacto y su talento provocador para lanzar mensajes ecologistas desde la pasarela sigue siendo indudable.
Le viene de familia. Y no precisamente de su padre Beatle. Más bien de su admirada madre Linda McCartney y de esa infancia que ella le regaló junto a sus hermanos en el campo, lejos de los focos de la fama estratosférica. Siempre con ella en su recuerdo y como inspiración, Stella se ha dedicado a defender una moda vegana en la que no sea necesario el uso de ninguna materia prima proveniente de animales. Y lo ha conseguido. Aunque por el camino haya tenido que pasar por peajes de esos que ponen tu marca en boca de todos, como sus colaboraciones con H&M o Adidas (firma para la cual ha conseguido que sus zapatillas más vendidas, las Stan Smith, sean veganas).
Siempre comenta que no fue su intención inicial cuando comenzó con su firma Raeburn Design en 2008, pero poco a poco este británico se ha convertido en una referencia inevitable cuando de reciclaje se habla en la moda de diseño vanguardista. Bajo el lema Remade Reduced Recycled ha conseguido que su firma demuestre que con restos de tiendas de campañas o de paracaídas se pueden crear accesorios irresistibles que luego, en edición limitada, se venden en 3, 2, 1. Victorinox, Moncler, Rapha, Fred Perry, Barbour, Clarks, Save The Duck, Eastpak, Finisterre, The North Face y, por último, Timberland (que le ha nombrado su director creativo global) son algunas de las empresas que han colaborado con Christopher para comprobar cómo la sostenibilidad les sienta de ma-ra-vi-lla.
Creció en un rancho, trabajó como modelo, montó una marca con 700 dólares, se casó con un heredero Hearst y se convirtió en una de las principales abanderadas de la moda sostenible en la pasarela de Nueva York. Precisamente allí, Gabriela organizó el primer desfile con huella de carbono cero, un hito que en realidad no supuso ni cambios drásticos ni aumentar el presupuesto. Solo pisar el freno, pensar y colaborar con la empresa EcoAct. Ninguna modelo llegó en avión, el pelo y el maquillaje se hicieron sin electricidad, en el backstage se impuso una política de plástico cero… todo se centró en la ropa, que además está confeccionada de un modo sostenible y es apetecible no, lo siguiente.
Especialista en fusionar artesanía con tecnología y salir siempre victoriosa de un tándem que, en principio, podría parecer antagónico. Iris ha conseguido inventar nuevas formas y métodos de expresión en la moda combinando materiales radicales y métodos de construcción sorprendentes en una visión estética única. Es aclamada también como pionera en utilizar la impresión 3D como técnica de confección de prendas y como una innovadora de naturaleza escultórica y universo futurista. En sus propuestas, pasado y futuro se convierten en vanguardista presente gracias al gran talento de esta creadora holandesa para la Alta Costura.
Del IED Madrid a la fama… en muy poco tiempo. El suficiente para darse cuenta de que no iba a confeccionarla sin respetar el medioambiente. Un rasgo que forma parte del ADN de su firma desde que comenzara su andadura en 2007. Su trabajo fin de grado se convirtió en su primera colección y eso no pasa casi nunca. Con ella viajó hasta Italia, donde se alzó con el premio al Mejor Diseñador de Moda Femenina en los premios My Own Show que otorga Vogue Italia y, sin darse cuenta, se vio arrastrado por el vertiginoso ritmo de la moda sin renunciar a su gusto por la artesanía, por el reciclaje (que practicó para la empresa Ecoembes en un desfile pionero en España) y por iconos tan dispares como Lorca o Bianca Jagger.
Fue en 2006 cuando comenzó su trayectoria esta diseñadora que siempre se ha caracterizado por utilizar el upcycling como método para confeccionar sus prendas. Inyectar nueva vida a materiales y piezas que cuadran en su universo pop es uno de esos elementos diferenciadores que han hecho de María un éxito más allá de nuestras fronteras gracias a celebrities como Katy Perry, Beyoncé o, más recientemente, Rosalía. ¿Su última ocurrencia en torno a la sostenibilidad en la moda? Realizar una colección en colaboración con la empresa Wallapop mediante prendas de segunda mano reinventadas para la ocasión.
Hace ya tiempo que este diseñador se reinventó a través de la propuesta Oliva para apostar por la sostenibilidad. Primero probó usando PEP (tereftalato de polietileno) que le proporcionó Ecoembes y… obviamente la experiencia le dejó muy buen sabor de boca. Ahora, la sostenibilidad es piedra angular en su trabajo, produciendo de manera artesanal, siendo cuidadoso en los procesos de taller, usando tejidos para practicar el upcycling… Su nueva etapa seasonless responde a una nueva filosofía de trabajo (y de vida) en la que los materiales se aprovechan al máximo y buscan alejarse de ese efecto “tan manufacturado” de la moda que a Juanjo ya no le interesa lo más mínimo.
Tras graduarse en la prestigiosa Parsons School of Design de Nueva York, Mara fundó su firma en 2000 con el firme propósito de crear moda de un modo sostenible, lo que implicaba utilizar tejidos ecológicos y llevar a cabo una producción ética. En aquellos tiempos todo esto sonaba muy raro, pero ella se dejó amedrentar y, poco a poco, construyó una comunidad de fieles seguidoras que, en primer lugar, cayeron rendidas ante su gran talento al diseñar moda de baño. Su gran éxito en el ámbito del swimwear le ha permitido ampliar su propuesta con una colección de ready-to-wear que también es un éxito de ventas y, cómo no, continúa siendo fiel a su espíritu ecofriendly.
La flamante ganadora del último premio al mejor Diseñador Emergente de la Pasarela 080 de Barcelona se graduó en la Central Saint Martins Collage of Art and Design de Londres y, en una ocasión, ha sido seleccionada entre los 50 candidatos al LVMH Prize. Con un currículum tan impresionante no es extraño que su propuesta de sostenibilidad, con prendas totalmente contemporáneas y, al mismo tiempo, atemporales, sea en la actualidad todo un éxito a nivel internacional. “Tu moda está matando mi mundo” es el slógan de una de las camisetas de Sonia y también es la declaración de intenciones de una diseñadora dispuesta a demostrar que el lujo sostenible es posible… y muy apetecible.