Durante los últimos cincuenta años, SMILEY ha servido como un faro de esperanza y positividad, alentando al mundo a tomarse tiempo para sonreír. Lo que comenzó como una promoción de la felicidad en el periódico France Soir para llamar la atención sobre noticias positivas se ha convertido en un movimiento que ha dado forma al modo en que compartimos la felicidad y nos expresamos.
En las décadas transcurridas desde que apareció el primer Smiley en sus páginas, la marca ha sido partícipe de corrientes musicales, del arte pop y de, incluso, movimientos sociales. Con la idea de sentirse bien en su esencia, Smiley se ha asociado con algunas de las marcas líderes en el mundo para dar vida a su mensaje a través de la moda, las publicidad, las redes sociales y otros muchos ámbitos.
Para celebrar este hito alegre, Smiley protagoniza un vistazo a sus primeros 50 años a través del terapéutico libro Smiley: 50 Years of Good News, que presenta un compendio de sus colaboraciones más impactantes e icónicas. La obra, publicada por Assouline, es una mirada retrospectiva a momentos de la Historia que dieron motivos para sonreír y que, actualmente, es puro wellbeing.
Respecto a Liam Aldous, autor del libro, es un periodista de buenas noticias, escritor y curador cultural nacido en Australia que vive en Ibiza. Liam es el corresponsal en España de Monocle Magazine desde 2011 y también colabora con la firma LOEWE, para la que ha escrito libros y ha dirigido fashion films.
Para hacer realidad este proyecto, contó con la colaboración del propio Franklin Loufrani, presidente y fundador de The Smiley Company. Franklin ha pasado más de cinco décadas trabajando en periodismo y en altos cargos dentro de la industria de las licencias. Y fue en 1971 cuando se convirtió en la primera persona en registrar la cara sonriente.
A partir de 1972, Loufrani utilizó el Smiley para resaltar las buenas noticias en una gran cantidad de los principales periódicos de Europa. Llamó al diseño por su icónico nombre y fundó una empresa de licencias que se dedicó a difundir buenas noticias, felicidad y positividad. Para conocer más detalles de esta fascinante historia no os perdáis el siguiente vídeo animado narrado por DJ Pierre, uno de los padres del sonido acid house.
También ha participado en la realización de la obra su hijo, Nicolas Loufrani, que se unió a The Smiley Company en 1997 como vicepresidente de marketing y ha sido su director ejecutivo desde 2001. Antes de trabajar en la empresa familiar, Nicolas trabajó con el prestigioso sastre Ozwald Boateng en Savile Row. Su conocimiento de las tendencias, el diseño de vanguardia y el mundo de la tecnología en rápida evolución le sirvieron para convertir la marca en un fenómeno global.
Como parte de muchas iniciativas filantrópicas encabezadas por Nicolas a lo largo de los años, en 2018 creó el Smiley Movement, una organización sin fines de lucro administrada por su empresa. ¿Su objetivo? Inspirar un cambio positivo en la sociedad mediante la creación de un mundo más feliz, más igualitario y más sostenible, donde todos trabajen de la mano para abordar problemas sociales y medioambientales urgentes.
Este movimiento es un antídoto contra las narrativas negativas retratadas en los principales medios de comunicación. Su misión es darle la vuelta al guión a través de contenidos edificantes que inspiren a las personas para sentirse optimistas sobre el futuro y considerarse empoderadas para ser parte de la solución.
Según el propio Nicolas: «Creemos que el cambio comienza con una mentalidad positiva. Smiley Movement existe para reconocer a las personas que hacen el bien y capacitar a otros para que comiencen a ofrecerse como voluntarios, donar, recaudar fondos o establecer iniciativas con el potencial de transformar el mundo«.
