Las botas para el invierno están hechas para caminar… no para destruir el planeta. Con el gélido frío ya formando parte del día a día, no hay mejor momento para comenzar a considerar nuestra huella medioambiental (literalmente). Hacer de las botas ecológicas y éticas una prioridad en el armario invernal sería un estupendo propósito.
Como todo lo que entra en nuestra casa, incluso este tipo de calzado tan popular y necesario tiene un impacto en el planeta. De hecho, las botas probablemente lo tengan de un modo más tangible que otras prendas o accesorios. Por ello, para mantener ese impacto al mínimo, en ECOLOVER hemos buscado las botas más ecofriendly del momento. Ahí va nuestra selección de firmas que, por cierto, provienen casi todas del otro lado del océano Atlántico. ¿Será casualidad?
CHRISTY DAWN
Atención a la línea de inspiración vintage reciclada de esta firma de Los Angeles que incluye, por supuesto, botas para el invierno ecológicas. Están hechas con cuero no tratado, texturizado naturalmente y reciclado, porque les llega como excedente de otras empresas del sector. Sus modelos no tóxicos se producen artesanalmente, reivindicando el slowear con mucha convicción: “La velocidad es lo último en lo que piensan nuestros artesanos; siempre les pedimos que respiren hondo, disminuyan la velocidad y creen algo de lo que estén orgullosos «.
THESUS
Esta firma canadiense (antes conocida como Alice + Whittles) desea que tod@s… #BeOutside. Con botas que estén hechas con materiales 100% sostenibles y rastreables. Sus botas de lluvia hechas con caucho 100% natural que proviene de bosques gestionados en Sri Lanka y respeta el comercio justo son el gran topseller de la marca. Pero… atención a sus botas de estilo hiker veganas. Se llaman Weekend Boots y están fabricadas con restos de contaminación plástica marina, lana sintética reciclada y suela de goma reciclada. Y además, su diseño en diferentes colores es ideal.
NISOLO
La firma Nisolo, con sede en Nashville, es una empresa B certificada con el firme propósito de fabricar sus productos de forma ética y a precios razonables. Nos encantan sus joyas éticas y sus bolsos sostenibles, pero también su impresionante selección de botas ecológicas para hombre y mujer. ¡Son perfectas para cuando el mercurio se desploma! Sus materiales combinan la gamuza y la goma recicladas con el cuero como subproducto de la industria cárnica producido por curtidurías certificadas por el Leather Working Group. Pero también hay modelos de cuero vegano.
OCELOT MARKET
En este universo mágico de la moda ecofriendly y gracias a su asociación con pequeñas marcas en todo el mundo, OM vende todo tipo de botas éticas, desde botines chukkas hasta tigh highs. Entre todas y si buscas una opción vegana, las de la firma Corkstyle deberían ser tu elección. Están hechas a mano con piel que proviene del corcho y en Portugal. Pero atención también a las botas para el invierno de la marca Cano (en la imagen), todas ellas fabricadas en México con cuero curtido vegetal y suela de goma de crepé natural.
MATISSE FOOTWEAR
De nuevo desde Los Angeles, Matisse es una marca de estilo de vida artesanal con actitud moderna. Para producir su calzado utiliza materiales sostenibles y trabaja con fábricas éticas. ¿Versatilidad y comodidad sin renunciar a la tendencia? Lo conseguirás gracias a su gama impresionante de botas, una parte considerable de las cuales son veganas. Su cuero vegano sintético está aprobado por PETA (porque es a base de PU, no de PVC). ¡Ah! Y siempre que es posible, usan otros textiles reciclados para fabricar algunos de los componentes menores de las botas, como tacones, ribetes, empeines y correas.
WILL´S VEGAN STORE
Desde Londres, una propuesta de footwear fabricada con ante vegano y goma reciclada que tiene la certificación Ecolabel y cumple con lo establecido en las normas Oeko Tex 100 y REACH. Su producción se realiza en Italia y destaca por la gran variedad de botas y botines que tiene a la venta, tanto para hombre como para mujer. Todos ellos ni se estropean ni se manchan cuando se mojan. De hecho, funcionan muy bien en condiciones húmedas y lodosas. A diferencia del cuero o la gamuza, sus materiales resisten incluso el contacto con la sal en carreteras y el aguanieve del invierno.