Hace tiempo que le seguimos la pista a uno de los grandes nombres del diseño made in Italy en lo que a objetos, iluminación y mobiliario se refiere. Su nombre es KARTELL y resulta muy interesante que, al iniciar una nueva etapa centrada en el ámbito del eyewear, apuesten por una propuesta de gafas 100% ecofriendly.
Así pues, la empresa milanesa con 70 años de vida amplía su ecléctico universo de diseño con el lanzamiento de una colección de gafas. ¿Su nombre? Sencillamente, Kartell Eyewear. A través de más de 100 modelos, en ella se abarcan todos los códigos estéticos distintivos de la marca, con materiales elegantes y sostenibles que representan su particular estilo.
Por una parte, The Main Collection se centra en el esteticismo clásico. Por otra, cuatro diseñadores invitados por Kartell, Rodolfo Dordoni, Ferruccio Laviani, Piero Lissoni y Fabio Novembre, interpretan siluetas tradicionales en The Design Collection. En ambas colecciones se han utilizado una gran variedad de materiales para crear las gafas, desde el poderoso metal hasta el innovador KartellBio, una materia prima que se crea a partir de algodón y de fibras de madera preciosa.
«Kartell siempre ha mirado hacia el futuro y siempre ha seguido la evolución de los materiales y de los procesos de producción en todos los sectores, no solo en el del mobiliario«, ha afirmado Lorenza Luti, directora de marketing y tercera generación de la familia fundadora, a la revista Wallpaper. «Este compromiso con la innovación está también detrás de la gama Kartell Eyewear, desarrollada por nuestro propio taller creativo. Un proyecto que nos permite explorar nuevos horizontes mientras continuamos respetando nuestra imagen e identidad establecidas”.
La Main Collection comprende 68 modelos de gafas en varias series que juegan con formas y materiales para crear armazones contemporáneos. Por ejemplo, el modelo Lamina utiliza códigos geométricos simples, mezclando dos formas para dar lugar a una tercera con formas inspiradas en los productos clásicos de Kartell.
El cubo, sin embargo, es el centro de atención de la serie Exube, que suaviza sus líneas rígidas a través de una esfera más suave. En los modelos Borderino, una yuxtaposición entre transparencia y opacidad crea un contraste divertido mediante una forma limpiamente dibujada. Las líneas minimalistas de metal son protagonistas en la línea de gafas Spiedo, incorporando, de nuevo, materiales habituales de Kartell en otros de sus productos.
Para la Design Collection, los cuatro diseñadores invitados han interpretado todo lo anterior… a su manera. En la serie Segmenti, los marcos ligeros de Ferruccio Laviani se basan en formas simples. Para Eyeliner de Piero Lissoni, la sencillez se impregna de destellos de color. Fabio Novembre también ha apostado por el color en las piezas Shield y Line K, mientras que las gafas de la serie Loo-k de Rodolfo Dordoni buscan sorprender a través de los contrastes.
Es bien conocido el manifesto de esta icónica empresa italiana en defensa del diseño industrial único y respetuoso con el planeta. Bajo el lema Kartell Loves The Planet, defiende su pasión por la excelencia, su responsabilidad medioambiental y sus buenas prácticas en materia de sostenibilidad.
Está fuera de toda duda que sus productos son intemporales y, una vez llega el fin de su vida útil, se valoran tanto que, muy a menudo, se integran en espacios museísticos y colecciones de particulares. Las piezas de Kartell no son simples objetos que corren el riesgo de acabar abandonados cuando dejen de utilizarse, sino artículos memorables que pueden contribuir a la construcción de un proyecto cultural.
De todos modos, si no es así, están producidos con materias primas que son totalmente reciclables para poder ver prolongada su vida útil mediante procesos específicos para productos de uso industrial. Así pues, los materiales regenerables que no tienen un impacto negativo en el medioambiente son parte intrínseca del universo Kartell y sus nuevas gafas… no podían ser una excepción. Todo lo contrario y, además, se presentan protegidas por un packaging que, cómo no, también es reciclable y reutilizable.
