Sneakers rule. Las zapatillas y los calcetines sostenibles son una excelente opción a partir de la cual conseguir triunfar a nivel mundial para después… atreverse con el sportswear. Es la estrategia que la firma norteamericana ALLBIRDS ha elegido para, este otoño, sorprender a sus miles de customers con una cápsula muy especial que, obviamente, se ampliará la próxima temporada.
Su primera colección de ropa consta de cuatro productos: un acolchado de lana merino; una camiseta elaborada con XO, un tratamiento antimicrobiano producido a partir de caparazones de cangrejo desechados; y un jersey de cuello cerrado y un cárdigan en merino súper afelpado. Los cofundadores Tim Brown y Joey Zwillinger se explican: «Primero hemos sido una empresa dedicada a innovar y es hora de ampliarla con productos respetuosos con el planeta«.
Han tardado varios años en reducir la puntuación de carbono de cada artículo, en perfeccionar el embalaje, el envío y otros impactos. El cardigan grueso, por ejemplo, tiene una puntuación de carbono de 22,4 kilogramos… mucho en comparación con los 7,2 kilogramos de sus exitosas Wool Runners. ¿La explicación? El noble hilo de merino tiene un diámetro de 17,5 micrones y es prácticamente lo más bajo que se puede llegar antes de entrar en el territorio del cachemir, consiguiendo que su tacto sea muy, muy parecido.
Allbirds trabaja con 100 granjas en Nueva Zelanda para implementar prácticas orgánicas regenerativas que a su vez captarán carbono de la atmósfera, lo que a su vez reducirá las puntuaciones de carbono de los artículos producidos con esa lana: «No solo estamos pensando en la lana de Nueva Zelanda, sino en general en diferentes cultivos. Estamos convencidos de que este es el camino en el que la sociedad puede ganar y en el que podemos crear excelentes productos que tengan un gran impacto medioambiental… en el buen sentido, claro«.
