La firma española LOEWE continúa sorprendiendo desfile tras desfile gracias a la deslumbrante imaginación de su director creativo, Jonathan Anderson. Y lo hace sin perder de vista el futuro sostenible y respetuoso con el planeta del nuevo lujo en la moda.
¿Hierba creciendo sobre prendas y zapatillas? ¿Pájaros volando, peces nadando, agua goteando y humanos besándose en pantallas? Pues sí. Auténtica realidad frente a la realidad digital. La naturaleza y la tecnología encontrándose y fusionándose en un espacio en blanco donde la mente se expande.
La colección para la próxima primavera-verano 2023 de LOEWE utiliza inesperadas yuxtaposiciones para suscitar una novedosa visión. Según el propio Jonathan: «La naturaleza se encuentra con la tecnología en una fusión concisa de lo orgánico y lo fabricado: todo ha sido diseñado para expandir las percepciones y atraer nuevas perspectivas«.
Concebida con el tono contundente y asertivo que ahora representa el nuevo lujo de esta firma, las formas se reducen a su crudeza arquetípica, se estandarizan y luego se aumentan, se encogen, se laminan o… se dejan al natural. ¿Prendas clave? Todas pertenecen al universo sportswear: la cazadora bomber, la sudadera con y sin capucha, los leggings, el polo, la camisa, el pantalón de chándal, los shorts, la chaqueta encerada, la parka…
Muchas de ellas se han confeccionado en napa acolchada o con algodón tratado con ozono. Por ello… ¡parece como si hubieran estado enterradas bajo tierra! Atención, porque una nueva yuxtaposición surge, lo impoluto frente a lo desgastado. En el juego de contrastes está la clave para entender una propuesta, obviamente, está destinada a renovar el nuevo lujo en el ámbito del menswear.
Y surge envuelta por cierto aroma a petricor, es decir, a tierra mojada y por la música creada por el gran Frédéric Sanchez con piezas ambient del turco Koray Kantarcioğlu, del griego Alexskyspirit o del ruso Ivan Pavlov (alias CoH), tecno melódico del británico Alex Piers y las composiciones clásicas de Mikael Karisson o Daniel Pemberton.
Por lo demás y sin lugar a dudas, las plantas de chía y la hierba gatera han sido las auténticas protagonistas de un desfile que rinde tributo a un nuevo lujo con conciencia eco. Todo ello crece en abrigos, sudaderas, pantalones de chándal y zapatillas gracias a un proceso que surge de la colaboración con la diseñadora Paula Ulargui Escalona.
Las plantas que se han cultivado en prendas y sneakers son el resultado de un proceso experimental que, hasta el momento, no conoce precedentes. Tras veinte días en un invernadero especial diseñado en las afueras de París, las plantas alcanzaron su nivel de crecimiento óptimo. Y, para ello, necesitaron de un plan específico de riego y de un mantenimiento continuados que garantizase el aspecto adecuado para sorprender como lo han hecho sobre la pasarela.
Para la citada colaboradora estrella de esta colección, «las prendas son como una nueva piel que, como un cuerpo siamés a otro, une al ser humano con la naturaleza. Es un tipo de nuevo lujo que reconecta, de la forma más física, con lo esencial”. La esperanza en un futuro mejor impregna un soberbio trabajo en el que la tecnología no deteriora la naturaleza, sino que la apoya en el camino hacia su urgente y necesaria regeneración.
Sin embargo, ¿cuál es el objetivo final tras estas exclusivas piezas green? Que, con el tiempo, se fusionen del todo con la naturaleza. Será entonces cuando se descubra hasta qué punto el nuevo lujo en la moda es capaz de interaccionar con el ámbito vegetal. Será entonces cuando el nuevo lujo confirme que es capaz (porque lo es) de existir sin ser una amenaza para el planeta.
