La artesanía española no deja de reivindicarse a través de propuestas que sorprenden por su planteamiento inicial y por su impecable factura. Es el caso de RODRIGUEZ Y RABANEDA. Tras ella, se «esconden» dos nombres propios de la moda que han formado tándem en un proyecto dedicado al art de vivre… ibérico.
Por una parte, Rosemary Rodríguez, bien conocida por haber sido directora creativa y de imagen de Paco Rabanne, Thierry Mugler y Penhaligon’s. Por otra, Daniel Rabaneda, responsable de su propia firma y ex director creativo de Ángel Schlesser.
Poseer una sólida trayectoria en la industria de la moda no es excusa para no convertirse en auténticos emprendedores en defensa de la artesanía española con carácter. Definen su aventura como una marca nómada. Pero… ¿por qué? «Es una estructura móvil con la que podemos viajar fácilmente y establecernos como tiendas pop-ups en diferentes lugares y espacios, creando una nueva experiencia de compra«.
La personalidad única de la artesanía española es el leitmotiv de una propuesta que, lógicamente, se nutre del talento patrio y aboga por la cercanía en su producción: «Siempre hemos reivindicado el trabajo a mano. Queremos llamar la atención sobre la artesanía de hoy, transmitiendo el saber hacer típico de España. Hay que renovar y salvar prácticas ancestrales. Hoy más que nunca lo global necesita de lo local. Y lo local es sinónimo de cultura«.
¿Puede la artesanía española ser sinónimo de humor y extravagancia? Por supuesto. De hecho, es muy necesario para conseguir «hacer ruido» en el actual (y saturado) panorama del estilo de vida. Descubrir artistas con un perfil atípico, original e innovador es la labor de Rosemary y Daniel, con la intención de invitarnos a un evocador viaje a través de la riqueza cultural made in Spain.
Pasión y visión son los vehículos idóneos para que un proyecto así haya llegado a buen puerto y se haya materializado en un crisol de colecciones cápsula en torno a la artesanía española: «Todo en ellas es muy emocional. Están formadas por objetos únicos hechos por artesanas y artesanos locales, por piezas de coleccionista hechos por encargo, por productos de cuidado para el cuerpo y el alma«.
Joyería, decoración, gastronomía… por el momento la artesanía española que proponen Rodriguez y Rabaneda surge de una ecléctica tribu con la que co-crean piezas únicas. Como la vela Lola y Manolete de cera pura de abeja en colaboración con La Esperanza Sevillana de Umbrete; o el aceite de oliva virgen extra de primera prensa sin filtrar de la empresa UNUM de Almagro (Ciudad Real).
Atención a la miel de castaño 100% ecológica de la empresa María de Miel, ubicada en Picos de Aroche (Huelva); o las piezas de cestería creadas por la artesana Idoia Cuesta (Lugo) y la firma Cesteando de Tudela del Duero (Valladolid). También al vino tinto HABLA N23, una edición limitada y personalizada que proviene de las bodegas Habla en Trujillo (Cáceres).
El viaje continúa en Barcelona con las joyas por encargo de la barcelonesa Cristina Junquero y las piezas hechas con cerámica del Taller Gingell. Y en Madrid o Añoranza (Sevilla), gracias al aroma a azafrán de la vela de cera vegana creada por el dúo Mulier o a los aromas del incienso de Antonio Mendoza.
A través de todos los productos de artesanía española citados se fomenta la diversidad cultural de cada región. Por ahora, el viaje de Rodriguez y Rabaneda se ha centrado en la península, pero muy pronto saltará a sus islas. Sostenible y respetuoso, transparente en la trazabilidad, este proyecto brota de manos artesanas con un saber hacer excepcional. Y descubrirlo no solo es fascinante, también es muy revelador.
