Ni con las pastillas de turno, ni contando ovejas, ni leyendo Crimen y Castigo de Dostoievski. A veces no hay manera de conciliar el sueño y, después, mantener un alto nivel de calidad. Pues bien, existe música para dormir que, científicamente, ayuda a caer en brazos de Morfeo para, además, disfrutar de un placentero y reparador descanso.
Qué poca importancia se le da a dormir cuando se logra conciliar el sueño con facilidad y qué duro es no conseguirlo. El insomnio es un trastorno del sueño muy habitual en la actualidad. Según la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos (NSF), escuchar música o audiolibros es una manera muy útil e inocua de conseguir dormir: «La música es mucho más que algo agradable de escuchar, tiene un efecto directo en el sistema nervioso parasimpático que ayuda a que nuestro cuerpo se prepare para dormir«.
La música para dormir calma el ritmo cardíaco, dilata los vasos sanguíneos, reduce el tamaño de nuestras pupilas y relaja los músculos. Es un auténtico somnífero natural. Y no basta con oírla, hay que disfrutarla. Así, de manera inconsciente, el cerebro se concentra intentando procesar la melodía y se consigue la tan deseada desconexión y posterior relajación.
Según la citada NSF, basta con utilizar una playlist de 45 minutos. Y no vale cualquier canción, claro. Las que incluimos en nuestra selección de música para dormir están científicamente aprobadas. Tan solo un detalle más… cuidado con no tener cuenta premium en Spotify y llevarse un buen susto con los anuncios que la plataforma intercala. Obviamente, no convienen.