Actualmente hay diferentes métodos que fomentar para defender el medioambiente y, precisamente, la empresa ECOCITEX impulsa uno de ellos: la filosofía zero waste. Su historia comenzó a escribirse gracias a la mente ingeniosa de su creadora, Rosario Hevia, impresionada durante su segundo embarazo por la gran cantidad de ropa de bebé que se desperdicia. Crecen tan rápido que, incluso, muchas prendas jamás se usan. Todo ello despertó en ella un gran interés por la basura textil de su propio país, Chile.
Durante su implacable búsqueda para lograr poner un stop a este desperdicio, Rosario creó Travieso, un proyecto para donar ropa infantil usada a niños en situaciones vulnerables. Mientras empezaba a ganar popularidad, comenzó a acumular cada vez más ropa, llegando a recibir alrededor de 400 kilos al día. Sin embargo, muchos de esos textiles estaban rotos y manchados… y eran basura textil no apta para donaciones.
A pesar de que comunicarse con el Ministerio de Medio Ambiente y con empresas dedicadas a la sostenibilidad, Rosario no encontró ninguna solución, siempre le decían que la ropa en mal estado era directamente basura textil. Continuó investigando alternativas para solucionar tal desperdicio y, a finales de 2019, se enteró que la fábrica de una antigua hilandería estaba en venta. No perdió la oportunidad y decidió comprarla para hacer realidad Ecocitex.
“Su nombre proviene de las siglas del concepto economía circular textil y tiene como misión eliminar la basura textil de Chile. Lo primero que hicimos fue reparar las máquinas y la hilandería para poder reciclar la ropa en mal estado y, gracias a trabajadores expertos en dicho oficio, fue posible”. ¿Cómo funciona la empresa? La ropa que se encuentra en buen estado es donada y la que no se puede utilizar la convierten en hilos de alta calidad para crear nuevas prendas, alpargatas, muñecos o lo que se quiera: “En un mes hemos llegado a procesar alrededor de 10 toneladas de ropa y la idea es que esta cifra aumente”.
El deseo de Rosario por crecer a través de Ecocitex se hizo más fuerte tras descubrir que su país tenía en el desierto de Atacama el vertedero de basura textil más grande del mundo. Su empresa tiene como principal objetivo acabar con ese tipo de acciones tan desastrosas para nuestro planeta. Además de cumplir con una labor social, ya que brinda oportunidad de trabajo a mujeres que estuvieron privadas de la libertad y realiza donaciones de prendas nuevas a personas de pocos recursos.
Su proceso de producción se inicia separando las prendas por colores para después ser cortadas en la guillotina. La parte más complicada se encuentra en las máquinas encargadas de desmenuzar la basura textil y sacar toda su fibra para convertirla en una tela muy parecida al algodón. Atención porque en ningún momento se utilizan ni tintes ni lavados, ya que la ropa que procesan ya ha pasado por ello. Pero… ¿cómo se crea el hilo? “Las últimas dos máquinas son las que definen la calidad de hilado que se va a conseguir. La primera lo hace más finito y la segunda lo transforma en un hilo mucho más grueso y fuerte”.
En el patio de la empresa hay contenedores donde se puede dejar la basura textil. ¿La mejor parte? Cualquier persona lo puede hacer siempre y cuando sus prendas estén limpias, no tengan botones, lentejuelas o cierres, y paguen alrededor de 1.20 dólares por kilo. Asimismo, en su sede se pueden conseguir los propios hilos ecológicos, diseños creados a partir de ellos y prendas upcycled. Para hacer realidad este buen ejemplo de economía circular, Ecocitex trabaja con microempresas, que son las encargadas de vender sus productos y re-crear con ellos.
Es importante destacar que cada color de los hilos de Ecocitex es único, porque al separar la ropa y combinar distintos tipos de textiles siempre surgen tonos que son realmente originales y sorprendentes. Por tal razón, estos hilados son algo más costosos que los tradicionales.
Como sabemos, la industria textil es una de las más contaminantes a nivel mundial y la responsable del 20% de contaminación del agua. Es hora de actuar y la mejor manera para hacerlo es… generando la práctica de un consumo responsable: “Consideramos que actualmente no hay suficiente conciencia al comprar y la realidad muestra personas que, como clientes, tienen un gran poder para decidir el tipo de huella ambiental que quieren dejar. Ya no se trata solo de conocer el problema, sino de actuar. Necesitamos crear más conciencia social”, reivindica Rosario.
La empresaria chilena está feliz de poder enfrentarse grandes retos a través de Ecocitex y proyectar su futuro: “En tres años esperamos haber llegado a las regiones principales del país y, cómo no, al exterior. Nuestro firme propósito es eliminar la mayor cantidad de basura textil posible y generar un verdadero cambio social”.
Así pues, Ecocitex no solo es una empresa de reciclaje para la producción de hilado ecológico, es un proyecto que promueve una filosofía de vida conscious para construir un planeta mejor: “Nuestro mensaje para tod@s es que comiencen hoy mismo a realizar acciones que generen un cambio en el mundo, eligiendo opciones de moda sostenibles, optando por reutilizar, intercambiar, reparar y reciclar. Y que no se olviden de que la ropa no es basura textil… porque puede tener múltiples vidas”.
