En cuanto los términos cannabis y cosmética se unen.. la expectación se dispara. Parece que cada vez los consumidores estamos más informados sobre los cannabinoides y sus usos en cosmética… o eso creemos. Por si no es así, en ECOLOVER os damos unas pistas sobre esta nueva tendencia que conjuga el cuidado de la piel con el bienestar. Lo primero es despejar los mitos que pululan y enturbian los diferentes tipos de ingredientes relacionados con el cáñamo, ya que ni sus costes, ni sus resultados sobre la piel son los mismos.
El cáñamo es una planta muy conocida y utilizada desde la antigüedad llamada Cannabis Sativa L. y perteneciente a la familia de las cannabáceas. Y es aquí donde empieza la confusión ya que su nombre nos provoca la típica sonrisa y la pregunta… ¿has dicho cannabis? Si y no. La respuesta es que existen diferentes variedades de cáñamo. El cáñamo comercial, el más utilizado, se diferencia de “su hermana” llamada cannabis por su composición química de bajo contenido en tétrahydrocannabinol (THC). Esta molécula es la principal causante de los efectos psicotrópicos en los humanos y está prohibida por la legislación de la UE, que permite una cantidad máxima de THC de 0,2%. Pero el cáñamo contiene entre sus cientos de moléculas otra llamada CBD o cannabidiol (sin efectos psicotrópicos), con múltiples y beneficiosas propiedades.
Existe un vacío legal respecto al uso del CBD y únicamente está prohibido su uso por vía oral o comestible, pudiendo utilizarse en uso tópico y, por tanto, en cosméticos, siempre que su origen sea sintético, es decir, obtenido en laboratorio y no de la planta directamente. Esta situación ha hecho que las grandes firmas de cosmética usen únicamente el denominado aceite de cáñamo, conocido en inglés como hemp, esperando una futura legislación.
Sin embargo… la revolución ha llegado a través de pequeñas y emprendedoras firmas de cosmética indie que están ocupando este nicho de mercado y están propiciando grandes avances en la investigación con el lanzamiento de cosméticos a base de CBD, una especie de nuevo «superhéroe» entre los ingredientes de belleza. Su uso en cosmética comenzó con la búsqueda de un remedio natural para cuidar dolencias crónicas, por lo que estaba principalmente presente en cremas de cuerpo. Poco a poco, al ir descubriéndose más propiedades se ha ido extendiendo a tratamientos faciales que mejoran el aspecto y la textura de la piel.
Pero entonces ¿en qué se diferencia un cosmético con aceite de cáñamo de otro con CBD? El aceite de cáñamo o aceite de Cannabis Sativa se obtiene de la presión en frío de las semillas de cáñamo. Así se consigue un aceite muy rico en aceites grasos esenciales, vitamina E y proteínas que le confieren propiedades hidratantes, calmantes y protectoras. Se trata de un ingrediente más común y menos costoso. El CBD obtenido del cáñamo (no del cannabis) tiene enormes posibilidades terapéuticas, además de propiedades antiedad, antioxidantes, antiinflamatorias y antibacterianas. Aplicado tópicamente ofrece una homeostasis a la piel, calmándola y ayudando a la absorción de otros fitonutrientes. Su extracción es más complicada y costosa, ya que a menudo se obtiene por CO2.
Aclaradas las dudas, ahí van nuestras propuestas divididas en dos grupos bien diferenciados llenos de productos recomendables y apetecibles.
COSMÉTICOS CREADOS CON ACEITE DE CÁÑAMO
Nuestra selección promete aportarte suavidad y, por ello, está repleta de cremas para relajar el fatigado contorno de ojos, de un aceite facial llamado «reina esmeralda», de aceites puros para hidratar y proteger nuestra piel. Y se completa con sérums sublimadores de cabello, infusiones en rosas para las manos y sprays de almohada relajantes para la mente y los sentidos. Sólo para ellos, aceites para cuidar la barba y nutrir la piel.
COSMÉTICOS CREADOS CON CBD
Nuestra selección condimentada con CBD promete no colocarte… sólo conseguirá relajarte. Gotas de aceites faciales para darle un boost a tu piel, mascarillas faciales… ¡Todo para tener una piel más feliz! Y si lo que quieres es relajar tu cuerpo, liberarlo de tensiones y recuperar la serenidad, lo último son los patchs para decirle adiós al dolor menstrual, las sales de baño mindful o un roller para mejorar el sueño.