El estreno de Cruella supuso en 2021 una auténtica sorpresa para los espectadores. Y no especialmente por su trama. La película cuenta los orígenes de la supervillana de Disney y sus aspiraciones por convertirse en una diseñadora de moda de éxito. Y lo hace a través de una historia en la que, con perdón por la brillante actuación de Emma Stone, el vestuario es el auténtico protagonista. Un hecho que quedó más que constatado el pasado 27 de marzo cuando su diseñadora, Jenny Beavan, se alzaba con el Oscar al Mejor Diseño de Vestuario por su magnífico trabajo en la cinta.
Sin embargo, lo que más llamó la atención no son únicamente los extravagantes y ornamentados outfits de Cruella, sino algo mucho más significativo. Además de los ecos a Vivienne Westwood, una de nuestras diseñadoras sostenibles más veneradas, esta nueva versión en carne y hueso de Cruella de Vil ya no usa pieles de animales en sus abrigos como antaño. Y, atención, apuesta por el upcycling y por la moda vintage para confeccionar algunos de sus diseños más espectaculares. ¿Estamos ante una villana que es, a su vez, una ecolover?
“Cruella lleva 47 looks distintos en la película y, sin duda, encajaba con su historia el que fuera asidua de las tiendas de segunda mano, en especial antes de tener mucho dinero. Por ello, buscamos en tiendas second-hand con una buena selección de prendas de los años 70, pero también fue interesante visitar el mercadillo de Portobello de Londres, así como una feria enorme de ropa vintage que se celebra en Los Ángeles», explicaba Jenny en una entrevista con Vogue.
Si has visto la película, seguro que tú también te quedaste fascinad@ con la aparición de Estella en la fiesta Black and White. En efecto, aquella en la que prende fuego a su capa blanca. Y en la que, para hacer rabiar a su contrincante La Baronesa (interpretada por Emma Thompson), decide saltarse el dress code por todo lo alto. ¿Cómo? Luciendo un vestido rojo pasión con escote corazón creado por su enemiga años atrás. Tras haberlo rescatado de una tienda de segunda mano, ella misma se encarga de deconstruirlo para reinventarlo… a su manera.
Otra de las prendas que más nos ha fascinado es el vestido que Cruella luce subida a un camión de basura en otro de los eventos de La Baronesa. A priori no se aprecia el atuendo con claridad y simplemente se la ve lanzar bolsas llenas de desechos textiles. Sin embargo, al avanzar el camión, de repente se despliega una falda con una larga cola en tonos pastel hecha con (¡sorpresa!) deadstocks de tejidos y prendas en desuso. A ella se suma un corpiño customizado con recortes de periódico. Y lo más interesante, el mensaje de Cruella a La Baronesa: “La basura de una mujer es el tesoro de otra”.
El tercer look que nos interesa se inspira claramente en el estilo punk de Alexander McQueen, pero también es un guiño hacia la Haute Couture de John Galliano para Dior. Está formado por una chaqueta vintage militar en negro, adornada con caballos y carruajes en miniatura sobre los hombros, y una larga falda roja confeccionada a mano con 5.060 pétalos de tela por la vestuarista Kirsten Fletcher.
El último atuendo a destacar en el film es el abrigo-vestido de piel sintética que Cruella lleva en el desfile de moda organizado para estrenar su colección. Se trata de un diseño bicolor, con un lado en negro y otro con estampado dálmata. ¿Su objetivo? Hacer creer a La Baronesa que ha usado la piel de sus cachorros robados para confeccionarlo. Pero, como bien adelantábamos al principio de este artículo, la faceta de la villana en esta nueva versión no es parte del argumento.
Una vez más, cine y moda se unen para formar una tándem que da sentido a una historia. Y, en este caso, dando visibilidad a una cara ecofriendly de la industria textil que está a la orden del día. Cruella no es pionera en el uso de prendas de segunda mano. Pero esta práctica tampoco es muy habitual en películas y series. Nuestra pregunta es: ¿continuará la moda sostenible abriéndose camino en el séptimo arte de un modo tan impactante y, por ello, premiado? La respuesta… próximamente en los mejores cines.
