Llegó el verano, y poco a poco vamos quitándonos la ropa y dejando al aire nuestros cuerpos. Si el sol no sale o si no has podido acercarte aún a la playa o a la piscina y simplemente quieres dar un tono bronceado a tu piel… lo más fácil es utilizar un autobronceador.
Antes, para los amantes de la cosmética clean, green o vegana, era imposible encontrar un autobronceador que cumpliese, no sólo con la expectativa del tono, sino con la seguridad respecto a sus ingredientes. Sin embargo, gracias a la eco investigación, hoy es posible encontrar en el mercado cosmética que aporta color a la piel mientras la cuida.
Para conseguir un color uniforme y un halo atractivo, los trucos para la aplicación del autobronceador son los mismos que para uno convencional. Por si aún no los conoces, lo importante es exfoliar la piel del cuerpo o del rostro suavemente y, después, usar una crema hidratante para que el autobronceador se deslice fácilmente, así te aseguras de que no surjan parches tipo cebra.
La molécula que hace posible el autobronceado suele ser el DHA y puede ser de origen químico o natural. El DHA genera un oscurecimiento de la epidermis (tirando a amarillento) y su efecto es temporal, ya que sólo actúa sobre la capa superficial sin pasar a capas inferiores de la piel.
Te preguntarás, ¿Cómo funcionan entonces los autobronceadores naturales? Existen ingredientes como la eritrulosa, derivado del azúcar de caña o de la remolacha, que reacciona con la queratina aportando ese tono oscuro a la piel (esta vez más rojizo). Tarda de 24 a 48 horas en aparecer por lo que se utiliza para el denominado autobronceado progresivo. Lo ideal es usarlo junto a la citada molécula DHA para conseguir un tono más dorado (mezcla del amarillo y del rojo) semejante al bronceado al sol. La duración del bronceado y el tono dependerá de la proporción de DHA, que debe variar entre un 1% (halo muy ligero) a un 8% (halo medio), a elegir en función del tono de piel de cada uno (claro o mate) y de la estación del año (invierno o verano).
A continuación, te presentamos nuestra selección de autobronceadores naturales. Todos poseen un secado rápido, no manchan y evolucionan poco a poco para que puedas controlar el bronceado hasta conseguir el tono deseado. ¡Ah! Y recuerda lavarte las manos o utilizar un guante adaptado en su aplicación (como el que aparece al final del mosaico de productos).
