Atención a la historia de FELIPE FIALLO. La trayectoria de su marca comienza en Latinoamérica, concretamente en Ecuador. En 2018, este diseñador, después de crear el lujoso Tren de Ecuador y ganar el Premio al Tren de Lujo Líder de América del Sur, se muda a Italia para reconectarse con las raíces de su madre y enfocarse en la investigación y el desarrollo de un proyecto de calzado que combine nuevas tecnologías, artesanía y lujo.
Tras ello, su marca homónima Felipe Fiallo se mostró por primera vez en enero de 2019 durante el Pitti Uomo de Florencia como una propuesta de moda basada en el reciclaje. Y ese mismo año, se lanzó al mercado durante el evento AltaRoma con un solo e innovador producto: unas botas diseñadas digitalmente con 600 piezas de cuero sobrantes, cortadas con láser imitando una piel de pitón y hechas a mano en Italia. Se vendieron por 3.500 dólares al Museo del FIT (Instituto de Tecnología de la Moda) de Nueva York.
Cuatro años (y una pandemia) más tarde, Felipe Fiallo se ha convertido en una marca basada en la creatividad y la innovación tecnológica para consumidores con visión de futuro que combina biología, fabricación digital y lujo. Actualiza el concepto made in Italy operando en el sector del calzado y apostando por un nuevo estilo de vida consciente mediante productos para exportar de gran calidad, visión global y… espíritu latinoamericano.
Sin embargo, hasta llegar a conseguir lo anteriormente comentado… el camino no fue fácil. En 2020, Felipe ganó el premio ITS de la Fondazione Ferragamo tras adquirir la suficiente experiencia laboral en la legendaria firma como diseñador de calzado. Esto le permitió crecer como profesional y le abrió las puertas del negocio del lujo. Y mientras trabajaba allí, uno de sus diseños fue seleccionado por Vogue Italia entre las 5 mejores zapatillas sostenibles de 2021.
Después de ello, a Felipe todavía le quedaba por ganar un premio más para conseguir independizarse como diseñador. En 2022, la marca Felipe Fiallo ganó el Emerging Designers Award del MICA (Maryland Institute College of Art) y, en consecuencia, tuvo la oportunidad de presentar su primera colección eco-futurista a través de la delegación de este prestigioso centro docente en Milán.
Con We go far, su primera cápsula de zapatillas completamente sostenibles, el diseñador ecuatoriano ya se posicionó como uno de los nombres a tener en cuenta de la nueva vanguardia ecológica en la moda global, mediante propuestas que derriban los mitos establecidos sobre cómo debe ser el diseño de sneakers.
En la citada colección, Felipe Fiallo utilizó biotextiles, surgidos de materiales biodegradables que «crecen» sobre las propias zapatillas, como los hongos, los bioplásticos de algas y los cristales minerales. Por ello, la línea se llamó Growing. Dentro de ella se encontraban sus famosas zapatillas Crystal Walk (arriba, en la imagen), así como la línea Food for Fish con sneakers que, tras un año de uso, se degradan biológicamente y pueden servir de alimento a los peces.
Otras propuestas de Felipe Fiallo apuestan siempre por el upcycling de deadstocks de tejidos que provienen de firmas de lujo italianas. Y la tercera vía ecológica elegida por la marca para experimentar es la creación digital y la posterior impresión en 3D, aplicando nuevas tecnologías y morfologías al diseño de vanguardista y lujoso calzado deportivo.
Al final de su incansable investigación, el diseñador ecuatoriano busca emular los ciclos de la naturaleza, de manera natural y biológica, innovando y planteando nuevas formas de hacer y pensar las zapatillas que usamos en el día a día. Solo es cuestión de tiempo que Felipe Fiallo consiga una versión más asequible de sus impactantes modelos. Aunque… posiblemente y por el momento esta no sea en absoluto su intención.
