Es un hecho constatado, cada vez son más las nuevas firmas de lujo que surgen siendo sostenibles. Dentro de la ensoñación, deleite, diversión y exquisitez que provoca su despliegue creativo podría parecer no tener cabida la connotación ecofriendly. Sin embargo, hay quienes deciden no conformarse con lo establecido y desafían lo que se suponía una utopía. Y es ahí donde han encontrado la clave para el éxito de su negocio. En apostar por cambiar las reglas del juego.
Kevin Germanier, fundador y director creativo de la firma de ropa y accesorios homónima GERMANIER, es un claro ejemplo de ello. Graduado por la prestigiosa Central Saint Martins de Londres, en 2018 decidió abandonar su puesto en la casa francesa Louis Vuitton para dedicarse de lleno a este proyecto súper personal. Con una visión futurista y atrevida, incluso intergaláctica, el suizo debutó en la Semana de la Moda de París y, al instante, fue fichado por la plataforma de moda premium Matches Fashion.
La razón era más que evidente. Kevin había conseguido que upcycling y lujo formasen parte de una misma ecuación. «Me estoy burlando de la industria de la moda de alguna manera. He creado la colección más glamurosa y femenina de la basura”, afirmaba ante la web BoF ese año. ¿Su verdadera intención? Realizar una sátira del sistema de moda actual, criticando el consumo excesivo y el ritmo frenético de las colecciones.
Lentejuelas, cuentas de vidrio, colores saturados, siluetas escultóricas y volúmenes son la inconfundible seña de identidad de sus diseños. Piezas femeninas, exageradas y artísticas que remiten a la estética disco, al personaje de manga Sailor Moon (su gran musa) o a las creaciones de John Galliano para Dior. Sin olvidar el legado del legendario diseñador suizo Robert Piguet. Y para hacer realidad sus ideas, Kevin confecciona de forma ética con tejidos y materiales reciclados. ¿De dónde proceden? De deadstocks de, por ejemplo, Swarovski y de piezas defectuosas de otros diseñadores y marcas que le llegan desde París, Suiza, Séul o Shanghái.
“La mujer que visto respeta el pasado y tiene una gran sensibilidad ante la costura, pero es consciente de la difícil situación que vivimos debido al consumo excesivo y la moda rápida”, comentó a L’Officiel. Cantantes como Björk, Taylor Swift o Lady Gaga no se han podido resistir al magnetismo y la fantasía de Germanier. Su última colección tiene como principal protagonista un clásico adorno: las cuentas de perlas.
Estas se unen en un arcoíris de vibrantes colores para dar forma a esculturales vestidos, bolsos de mano, botas de plataforma, pendientes gigantes o incluso… ¡una silla! También se pueden ver trajes en tejidos como el tweed, el raso o el punto ataviados con plumas y botones joya. O blazers y jeans con lentejuelas de varios tamaños. En definitiva, un festival de color y fantasía para dejar claro que la moda sostenible puede ser de todo menos aburrida.
