No nos cansaremos de repetirlo: reducir plásticos, reutilizar envases y reciclar son las claves para el cuidado del planeta en general y de los océanos y la vida marina en particular. La industria beauty genera 120.000 millones de unidades cosméticas al año, en su mayoría de un solo uso. Por ello, sus firmas se enfrentan al desafío de cambiar el paradigma actual con productos que sean sostenibles a través de su formulación, testeo y packaging.
La Fundación Reina Sofía asegura que ocho millones de toneladas de plásticos llegan al mar cada año, por lo que… para el año 2050 existirán en los océanos más plásticos que seres marinos. Es una tragedia que no solo afecta a la fauna oceánica, sino también a los seres humanos de manera inimaginable porque… cada año ingerimos más de 50.000 partículas de microplásticos. Y recientemente las Naciones Unidas presentó un informe en el que advertía de las terribles consecuencias para la salud, la economía, la biodiversidad y el clima si no se reduce drásticamente la producción de plásticos innecesarios en los envases cosméticos.
Ante semejante panorama, la llegada de una marca emergente australiana para el cuidado corporal como UNI se agradece. ¿Su principal intención? Aportar su granito de arena para salvar los océanos y la vida marina de las toneladas de plásticos que los contaminan.
UNI, una nueva marca con conciencia ecológica marina
Pese a todo, la industria de la belleza, que se encuentra entre uno de los sectores más contaminantes del mundo, está tomando conciencia y medidas para conseguir generar un impacto positivo en el medioambiente. Las marcas beauty existentes están reflexionando y comprometiéndose, cada vez más, a utilizar menos plástico y a crear productos más clean. Frente a ellas, firmas de nueva generación, como UNI, ya han nacido con la filosofía ecofriendly en su ADN creando estrategias innovadoras desde el inicio y estableciendo nuevos estándares para hacer realidad un futuro mejor libre de plásticos.
Desde UNI, que significa erizo de mar en japonés, tienen en cuenta cada uno de los elementos que intervienen en la elaboración de sus productos, pero también su ciclo de vida. ¿Cómo? A través de un proceso denominado Cyclability. Se trata del primer sistema de recarga en bucle cerrado a través de botellas de aluminio diseñadas de una forma elegante para rellenarlas cuando estén vacías y reutilizarlas. De esta forma, los plásticos no están presentes en ningún momento en la vida del producto.
Este sistema funcional se basa en dos piezas: un dispensador reutilizable elaborado con aluminio y bio-resina reciclable; y una botella recargable 100% de aluminio reciclado, que gira en el dispensador para poder rellenar el producto. Una vez se agota el dispensador, se utiliza una caja de cartón para enviarlo y recibirlo de vuelta recargado. De este modo se cierra el llamado refill system. Por el momento, UNI solo triunfa con este innovador modelo de negocio en Australia y Estados Unidos. Ojalá la firma aterrice pronto en Europa.
Propuestas inspiradas en las profundidades del océano y en los arrecifes
Estéticamente, los productos de UNI apuestan por una gama cromática en la que destacan tonos como el coral brillante y el azul marino profundo, combinándolos con bordes curvados que imitan las olas del mar. Su diseño es elegante y minimalista, pensado precisamente como un accesorio permanente (no desechable) para cualquier beauty lover.
Los productos en sí son cosméticos de alta gama. La línea incluye un kit de jabón de manos exfoliante de grano fino para conseguir unas manos suaves. También un sérum corporal que aporta a la piel una hidratación 24 horas. Su formulación es rica en un potente cóctel antioxidante formado por ciruela kakadu australiana y marine complex, que nutre, regenera e ilumina la dermis. ¿Lo mejor? Es de rápida absorción y no deja sensación grasa en el cuerpo.
Además, la línea incluye un champú y un acondicionador. El primero aporta volumen y fortalece el cabello gracias a su composición rica en aminoácidos, mientras que el acondicionador favorece el desenredado del pelo y alisa cada hebra capilar al estar infundido en aceite de oliva y aloe vera orgánico. Por último, la propuesta se completa con un exquisito gel de baño que protege la barrera cutánea contra el daño diario y mantiene la piel hidratada todo el día.
En definitiva, una firma beauty debe analizar todo su proceso de elaboración de un modo integral, no solo centrarse en sus productos. Y es precisamente eso lo que UNI ofrece, un nuevo modelo de negocio para hacer realidad un cambio radical que la industria de la belleza (y el planeta) necesitan urgentemente.
