La industria de la moda continúa lidiando con uno de sus grandes problemas: el excedente textil. Aproximadamente, 92 millones de toneladas de residuos textiles se generan cada año en el mundo, especialmente derivados de la fast fashion. No hay más que ver las alarmantes imágenes del desierto de Atacama, en Chile, convertido hoy en un vertedero clandestino gigante repleto de montañas y montañas de ropa, la mayoría sin usar e incluso con la etiqueta puesta.
Frente a este panorama tan desolador, por suerte, muchos jóvenes emprendedores son conscientes de las consecuencias que esta preocupante situación han generado en el planeta. Y han decidido pasar a la acción. En los últimos años, han surgido diversas iniciativas en distintos países que no solo buscan paliar los efectos que provocan los residuos textiles en el planeta, sino ofrecer soluciones efectivas que eviten que se vuelvan a generar.
En España, este desafío fue la inspiración de la que surgió RECOVO, una startup barcelonesa que busca dar una segunda vida a los residuos textiles a través de la compra-venta entre empresas del sector. Pionera en nuestro país, en solo un año ha conseguido posicionarse como una de las empresas de referencia en el terreno sostenible, implementando diferentes medidas que abogan por la circularidad y el impacto cero. Una interesante propuesta que desde ECOLOVER hemos querido conocer con detalle de la mano de uno de sus fundadores, Gonzalo Sáenz.
¿Cómo y cuándo surge el proyecto?
Lanzamos Recovo en julio de 2021. Somos tres co-fundadores: Mónica Rodríguez, Marta Iglesias y yo. Todos trabajábamos en la industria de la moda previamente, cada uno en diferentes áreas y empresas, lo que nos permitió ver de primera mano el gran problema que existe con los residuos textiles. Marta, de hecho, era compradora de tejido dentro de uno de los grupos de moda más importantes en España. Un día, hablando y compartiendo nuestros puntos de vista, identificamos que tanto aquí como en el sur de Europa no existía ninguna solución para ello. Así que se nos ocurrió la idea y así nació Recovo.
¿Por qué decidisteis apostar por un marketplace online de excelente textil?
Mientras construíamos el modelo de negocio nos dimos cuenta de que el mundo del sourcing textil, es decir, del aprovisionamiento de tejidos, no estaba apenas digitalizado, faltaba este punto innovador. Hasta ahora, este sector era algo mucho más tradicional (llamadas telefónicas, reuniones presenciales en las fábricas…) y queríamos encontrar la fórmula para modernizarlo. Tras estudiarlo detenidamente consideramos que una plataforma de compra y venta digital de residuos textiles era el modelo más conveniente. Además, nos permitía lanzar directamente el proyecto al mercado internacional.
¿Cómo os ha servido vuestra experiencia previa para diseñar el modelo de negocio?
Realmente, al venir cada uno de distintas especialidades, podíamos aportar esas best practices que se aprenden dentro de las grandes empresas para luego abordar nuestra startup de residuos textiles con todos los esquemas en mente. Nosotros decimos que tenemos una especie de “mini multinacional” en una startup de seis personas, porque tenemos esa ética de trabajo y esa forma de trabajar que, hasta ahora, nos ha funcionado muy bien para avanzar tan rápido en solo un año en materia de residuos textiles.
Cuéntanos con más detalle cómo es exactamente el funcionamiento del marketplace.
Tenemos dos procesos diferentes: el de venta, que es el principal y más habitual, y el de compra. Todo es business to business y, en ambos casos, nosotros nos encargamos de toda la logística para hacerlo lo más fácil posible. Para la venta, el primer paso sería que la empresa interesada en vender sus residuos textiles en nuestra plataforma contacte con nosotros a través del formulario habilitado en la web y nos haga llegar un metro de tejido representativo de la tela que quiere poner a la venta, para así poder hacer una auditoría del estado en el que se encuentra. Luego, a partir de ahí, gestionamos toda la parte de la plataforma: hacemos las fotografías, creamos la ficha del tejido, redactamos las descripciones y lo subimos al marketplace. Si es una empresa la que quiere comprar alguno de los tejidos disponibles en la web, se recibe la orden y la firma vendedora lo único que tiene que hacer es empaquetar sus residuos textiles y entregarlos a la empresa de transportes el día de la recogida.
Respecto a la clasificación de tejidos, en la web los tenéis organizados por composición, por uso, por color o por material… ¿aceptáis todo tipo de tejidos o únicamente los que son considerados sostenibles?
Este es uno de los focos más importantes: nuestra oferta. Después de un año en activo hemos empezado a poner en marcha una estrategia para conseguir, sobre todo, vender los tejidos que nuestras marcas demandan. No solamente se trata de recibir residuos textiles, sino también de poder ofrecer ese match entre las empresas. En este sentido, no rechazamos ningún tipo de tejido. Con saber que es sobrante solemos aceptar el material, porque, a pesar de que hay tejidos que no sean orgánicos o que puedan estar producidos de forma más dañina, el objetivo principal es que sean reutilizados para darles una segunda vida y conseguir así la circularidad.
En este poco tiempo que lleváis en activo habéis crecido mucho y muy rápido. Actualmente trabajáis con empresas de la talla de Ecoalf, Pyratex, Hemper o Pronovias. ¿Os esperabais tan buena acogida?
Honestamente, sí que nos ha sorprendido, aunque sabíamos que era una solución necesaria. Por eso creemos que hemos tenido tan buena acogida por parte de las marcas. Al final, en España tenemos una industria de la moda súper potente a nivel europeo y mundial, y las empresas no contaban con ninguna medida o recurso para frenar el problema de los residuos textiles. Esto, sin duda, ha sido uno de los factores que más ha jugado a nuestro favor. Asimismo, con todo lo que está ocurriendo con las legislaciones nuevas en cuanto a la destrucción de existencias no vendidas y a la responsabilidad con los residuos textiles, las marcas están en búsqueda activa de este tipo de soluciones. Este contexto también nos ha beneficiado bastante.
¿Crees que ofrecer esta posibilidad a las empresas contribuye a que estén más concienciadas con la reutilización de tejidos para fabricar sus productos?
Absolutamente. Nosotros lo que buscamos es la transición total hacia la circularidad. Poder servir de ejemplo para que las marcas sean más sostenibles y produzcan de una forma más responsable por sí mismas. También por sus consumidores, por supuesto, ya que lo demandan cada vez más.
¿Consideras que se están tomando medidas realmente efectivas en materia de sostenibilidad en la industria?
Yo creo que ahora mismo, sobre todo, en el contexto legislativo, sí se están empezando a tomar medidas efectivas. Por ejemplo, la reciente normativa que ha aprobado la Unión Europea o el plan de circularidad que el Gobierno de España tiene intención de lanzar para la industria de aquí a los próximos años… Diría ha sido este año cuando se ha empezado a tratar este asunto de manera más significativa, dándole la importancia que se merece. No obstante, creo que todavía queda mucho por hacer. Quienes trabajamos en la industria y buscamos un verdadero cambio debemos seguir apoyándonos, lanzando iniciativas, brindando apoyo a las firmas sostenibles… Aunque sea poco a poco, todo lo que ya se puede ir haciendo siempre es un avance.
¿En qué punto se encuentra Recovo ahora mismo como empresa que gestiona residuos textiles?
Nos encontramos en un punto de crecimiento clarísimo. Actualmente estamos intentando captar el mayor número de marcas vendedoras y compradoras posibles. A su vez, también estamos trabajando para estar presentes en más países. Nuestro modelo de negocio nació siendo internacional, el 70% de nuestras ventas a día de hoy ya son de fuera de España. Por este motivo, nuestro foco ahora mismo es poder avanzar con los mercados, poder captar el mayor número de marcas posibles y seguir ampliando el componente tecnológico de nuestra plataforma, ya que se trata de un modelo online. Queremos mejorarlo al máximo, así como la experiencia del usuario para que adquirir residuos textiles sea lo más intuitivo y cómodo posible.
Además de España, ¿en qué países europeos tenéis más presencia actualmente?
Sin duda, Portugal es nuestro segundo mercado a nivel de compradores ahora mismo, seguido de Italia. Son países donde estamos viendo que lo que más funciona es la compra del tejido. También tenemos compradores en Francia, Alemania, Suecia o Portugal. Asimismo, estamos trabajando con algunos vendedores para poder conseguir crear una estructura comercial fuerte y que, de este modo, cada vez más empresas quieran poner sus residuos textiles a la venta.
¿Cuáles son vuestros planes de futuro a largo plazo?
Nuestro objetivo el día de mañana es poder convertirnos en un circular partner de referencia para las firmas de moda. Nos gustaría poder ofrecerles, más allá de la reutilización de residuos textiles, todas las herramientas posibles para poder llevar a cabo una estrategia completamente circular. Al mismo tiempo, queremos que Recovo se convierta en un sello certificado, en una garantía que aparezca en una etiqueta. Nuestro principal reto es conseguir que nuestro nombre sea un buen motivo por el que los y las consumidoras deseen comprar la prenda de una firma.