Todo comenzó en 2001 a través de un pequeño negocio de pedidos por correo vendiendo alfombras trenzadas americanas. En ese momento, se trataba de un producto poco popular en Europa para decorar casas. Fabricadas en la costa este de Estados Unidos, predominantemente en Carolina del Norte, estas alfombras se basan en las de trapo trenzadas hechas por los primeros pobladores para sus cabañas. Y la empresa THE BRAIDED RUG rescató la manera tradicional de producirlas, pero… actualizando sus diseños.
Su primera empresa proveedora, Capel Inc., ha estado fabricando alfombras trenzadas durante 100 años. Se trata de una empresa familiar, que representa lo mejor de la calidad y la tradición estadounidenses. Y las piezas que surgieron a través de ella fueron, ante todo, resistentes durante años y años. A partir de 2010 comenzó a aumentar la demanda de este tipo de producto desde Europa. Fue entonces cuando The Braided Rug tomó una decisión que resultaría decisiva para su posterior éxito a nivel internacional.
En un principio, decidieron crear su propia gama de alfombras diseñadas pensando en el mercado británico. Y también… pensaron que sería muy conveniente utilizar un hilo natural para fabricarlas. ¿Cuál sería el más adecuado para no perder ni un ápice de su belleza y resistencia originales? El que proviene del yute, la planta tropical de cuyos vasos de floema situados bajo el tallo principal se extrae la fibra. En 2011, The Braided Rug comenzó a trabajar con una pequeña empresa de fabricación en Bangladesh, utilizando fibras de yute orgánico para fabricar sus alfombras, cestas para la casa y posaplatos .
Al hacerlo, se preocuparon de conocer en persona a todos los responsables de esta empresa y se aseguraron de que cuidaban bien a sus trabajadores. Sus productos son cosidos por mujeres (los hombres procesan el yute y lo transforman en hilos), algo realmente importante en un país como Bangladesh, en el que un ingreso adicional para el hogar puede marcar una gran diferencia respecto a la calidad de vida. Crear este tipo de empleos es una de las mejores cosas que puede hacer el mundo en desarrollo y en The Braided Rug están orgullosos de haberlo logrado.
Este año amplían su gama de propuestas produciendo excelentes alfombras trenzadas fabricadas con plásticos reciclados que son lavables a máquina a 30 grados. Se llaman Eco Braids y se pueden usar en interior o exterior, sin pudrirse ni desarrollar moho. No se nota que provienen del plástico y son sumamente suaves bajo los pies. Al comprar una de estas alfombras se combate contra los millones de toneladas de residuos plásticos que se producen cada año. Así pues, a sus exitosos modelos creados con yute orgánico hay que añadir la nueva colección reciclada que, seguramente, no va a dejar de crecer en el futuro.
