En nuestra constante búsqueda por encontrar propuestas innovadoras y respetuosas con el planeta, el ámbito sostenible made in Spain nunca dejará de sorprendernos. En este caso, hemos dado con un descubrimiento muy interesante dentro del universo de los accesorios ecofriendly gracias a una nueva firma que ha surgido recientemente en Barcelona.
Su nombre es LAGOA BCN y se trata de un proyecto que gira en torno a las biojoyas, es decir, joyas fabricadas a partir de cualquier materia prima que sea natural y biodegradable. Su fundadora, Danielli Loureiro, es de Río de Janeiro y cuando descubrió esta extraordinaria alternativa en Brasil se quedó absolutamente fascinada.
Conscientes del gran uso de plástico y otros materiales contaminantes que se emplean en la joyería y la bisutería tradicional, ambos encontraron en las biojoyas una oportunidad de ofrecer al mundo un producto bonito, duradero y respetuoso con el planeta. “Nuestro objetivo con Lagoa BCN es poder difundir este concepto fuera de Brasil y, de este modo, demostrar que se pueden crear joyas o bisutería sin necesidad de dañar el medioambiente, sirviéndose únicamente de los recursos que ofrece la propia naturaleza: plantas, semillas, piedras, restos de alimentos o, incluso, escamas de pescado”, nos cuentan.
Se trata de una apuesta por la circularidad que, a su vez, tiene como objetivo contribuir a preservar una técnica secular de artesanía. Y es que, a pesar de que en muchas partes del mundo todavía no son muy conocidas, lo cierto es que hace aproximadamente una década que las biojoyas gozan de gran popularidad en Brasil. El motivo no es otro que la materia prima a partir de la que surgió esta curiosa alternativa, el Capim Dourado, conocido comúnmente como oro vegetal. Se trata de una planta que crece únicamente en Jalapão, al norte del país, y solo se cosecha una vez al año.
Su principal característica es su color dorado y brillante que, junto a sus tallos largos y muy finos, hacen que parezcan hilos de oro. Desde hace años, existen varias comunidades locales dedicadas al trabajo artesanal con este material. Por este motivo, la planta está protegida bajo leyes brasileñas de preservación ambiental y cultural, y únicamente puede salir de la región en forma de artesanía para así cuidar tanto el medioambiente, como la labor de estos grupos minoritarios.
Tal y como explican Abel y Danielli, antes de poner en marcha el proyecto tuvieron que informarse muy bien sobre cómo podían traer esta idea a España respetando el cumplimiento de las restricciones que implica el uso de esta materia prima. Una vez claros los aspectos legales, el siguiente paso fue contactar con una infraestructura artesanal que pudiera hacer realidad sus diseños tal y como los imaginaban desde aquí. “Conseguimos dar con un taller que produce las biojoyas exactamente como queremos. Por el momento es con quien trabajamos la producción de todas nuestras piezas y estamos muy contentos”.
En cuanto a la inspiración para crear la firma, Danielli reconoce que fue todo idea de su marido: “Lagoa es un barrio de Río de Janeiro que está más o menos detrás de Ipanema y Copacabana, es alargado y al final tiene una especie de lago. En uno de los viajes que hice con Abel fuimos allí y me quedé absolutamente fascinada”. Cuando surgió el proyecto, tanto el nombre como el logo, una mujer navegando en una canoa, llegaron solos para diseñar su packaging ecofriendly: “Ambos representan la unión entre el concepto de las biojoyas, que está muy instaurado allí, y la inspiración que produce el barrio de Lagoa”, añade.
Su primera colección de biojoyas se divide en cuatro líneas, Mediterráneo, Origin, Infinite y Twist, y está compuesta por pendientes, collares y pulseras de diferentes formas y estilos en los que el principal protagonista es, por supuesto, el oro vegetal. La mayoría están diseñadas por ellos mismos, aunque hay algunos modelos “que ya los tienen los artesanos y no se pueden modificar”.
Además del Capim Dourado, en sus piezas también emplean otros recursos naturales como piedras semipreciosas auténticas de Brasil (láminas de Ágata, piedra howlita, cuarzo…), buriti o semillas de Yarina, llamado también marfil vegetal. Asimismo, una vez asentado el proyecto, su intención es comenzar a investigar y explorar diferentes territorios de nuestro país en busca de nuevos recursos naturales.
Aunque tienen muy claro que con sus biojoyas quieren posicionarse como una firma entre la alta joyería y la bisutería, ya han incluido otros accesorios como exclusivos sombreros de oro vegetal en su propuesta. De hecho, en sus redes han mostrado algún modelo con la ayuda de unos fans muy especiales y populares en España… la pareja formada por la actriz Macarena Gómez y Aldo Comas.
