Tan importante es comprar de forma consciente como cuidar la ropa para que perdure. Toma nota de estos trucos para que esté perfecta el mayor tiempo posible
El cuidado de la ropa es, probablemente, uno de los mayores retos en el día a día. ¿Puedo lavar esta prenda junto a esta? ¿Desteñirá? ¿Qué programa de lavado elijo? ¿Puedo meter este jersey en la lavadora o tengo que lavarlo a mano? Te suena, ¿verdad? Son algunas de las preguntas que la mayoría nos hacemos. Para resolverlas, solemos recurrir a los consejos para cuidar la ropa de mamá o a nuestro buscador de Internet de confianza, no sin antes destrozar alguna prenda por el camino.
Lo cierto es que además de ser un tema cotidiano, también es una tarea que aprender si aspiras a tener un estilo de vida más consciente y sostenible. Tan importante es comprar ropa de forma responsable e invertir en piezas de calidad, como saber cuidar de esas prendas para que duren el mayor tiempo posible. Y cuando hablamos de cuidar la ropa hablamos de todo el proceso, que implica desde lavarla hasta guardarla en el armario. Con los siguientes consejos aprenderás a cuidar de tus prendas y a alargar al máximo su vida útil.
8 consejos para cuidar la ropa
Ha llegado el momento de no solo construir un armario consciente, también de mantenerlo en perfecto estado durante el mayor tiempo posible para lograr que cada prenda dure mucho tiempo e, incluso, que pueda pasar a otras manos y tener una segunda vida. Con estos 8 consejos para cuidar la ropa puedes conseguirlo. ¡Toma nota!
1. Aprende a utilizar correctamente la lavadora… por fin
La lavadora es un invento maravilloso que nos ahorra muchísimo tiempo en nuestro día a día, pero para mantener nuestras prendas como el primer día hay que tener en cuenta unas nociones básicas para que nuestra ropa salga de ella como entró y no se produzcan sorpresas desagradables:
- Lee las etiquetas. Sí, sabemos que es algo tedioso e, incluso, enigmático por la dificultad para descifrar algunos símbolos, pero también necesario si queremos que esa prenda especial nos dure muchos años. Además, si tienes un iPhone, ahora es muy fácil entender esos símbolos. Solo tienes que hacer una fotografía, ir a la galería, deslizar el dedo hacia arriba y pulsar en el apartado Consultar instrucciones de lavado. Se abrirá una pestaña en la que aparecerá la explicación detallada de cada símbolo para que laves la prenda tal y como indica el fabricante y se mantenga como nueva.
- Separa las prendas por colores y por programa de lavado. Así evitarás que alguna destiña y manche las demás y lavarás según las necesidades de cada prenda. Para conseguir una ayuda extra, puedes optar por añadir en cada lavado una de esas toallitas que absorben el color y protegen el resto de prendas de la colada.
- Dale la vuelta a tus prendas antes de lavarlas. Con este sencillo gesto, lavando tus prendas del revés, conseguirás que destiñan menos y protegerás la parte visible del roce con el resto de prendas.
- Utiliza bolsas especiales de lavado. Tanto para lavar la ropa interior y las prendas delicadas como para las zapatillas de deporte, así evitarás que se rocen con otras prendas.
- No utilices agua muy caliente para lavar tu ropa. El agua caliente solo debería utilizarse para las toallas, la ropa de cama o prendas muy sucias o con manchas difíciles de eliminar. La mayoría de tejidos no resisten las altas temperaturas, así que lava con agua fría para evitar que las prendas se encojan y que se altere su color.
2. Di adiós al suavizante y utiliza un buen detergente natural
El suavizante es un producto muy utilizado para aportar suavidad a las prendas y un buen olor, pero no es recomendable para cuidar la ropa, ya que desgasta los tejidos y hace que su vida útil se reduzca mucho. La buena noticia es que con un buen detergente ecológico de tiras, formulado con ingredientes naturales y biodegradables, puedes conseguir el mismo efecto. Además, estarás eligiendo la opción más respetuosa con el medioambiente y con tu piel, ya que este tipo de detergentes son aptos hasta para las pieles más sensibles.
3. Lava siempre a mano las delicadas prendas de punto
El punto es un tejido muy delicado que requiere mucho mimo en su lavado para conservar la suavidad del primer día. No hay nada como estrenar un jersey nuevo que sea súper comfy, ¿verdad? Pues bien, es posible mantener esta gustosidad tras los lavados. ¿Cómo? Lavándolo a mano con un detergente para prendas delicadas y dejándolo secar al aire y de forma horizontal, sobre el tendedero, por ejemplo, para que no se deforme.
4. Reduce la habitual frecuencia con la que lavas tu ropa
Lavar la ropa en exceso estropea las prendas y, además, tiene un impacto medioambiental negativo, ya que se consume mucha agua y se contribuye a aumentar la huella de carbono. El tejido vaquero es uno de los más contaminantes, por ello, en el caso de las prendas denim, se recomienda lavarlas cada 10 usos (en el caso de las chaquetas se podría espaciar más el lavado).
5. Intenta no tender al sol y no utilices siempre el tendedero
La práctica de tender la ropa al sol para que seque antes es muy común y no conviene a la hora de cuidar la ropa. Es cierto que las prendas se secarán antes, pero también perderán color. Lo ideal es tender en un lugar ventilado y situado a la sombra para que sus colores se mantengan vibrantes. También puedes tender del revés para protegerlas. Respecto al tendedero, sabemos que es muy práctico… pero hay prendas delicadas como camisas y blusas que es mejor tender en una percha para evitar que se arruguen y se deformen.
6. Evita (en la medida de lo posible) el uso de las pinzas
Si tiendes en el exterior es probable que no concibas hacerlo sin utilizar pinzas y seguro que más de una vez te has encontrado sus molestas marcas en la ropa. Para que esto no suceda, lo ideal es no utilizarlas, pero si es indispensable, ponlas en lugares estratégicos como las costuras o zonas escondidas para si deja marca, esta no se vea. ¡Ah! Y procura usar pinzas ecológicas de acero inoxidable.
7. Plancha cuando la ropa esté todavía un poco húmeda
La humedad protege las prendas de las quemaduras y facilita el planchado. Si la prenda ya está seca, puedes rociar un poco de agua sobre ella y plancharla con vapor. Notarás la diferencia.
8. Dobla y guarda cada prenda según sus necesidades
Una vez tenemos la ropa limpia y planchada, llega el momento de guardarla para que cuando vayamos a ponérnosla esté perfecta. Aquí podemos diferenciar entre tres grupos: las prendas que deben ir colgadas, las que hay que guardar dobladas y las que admiten ambas formas. Para que no se arruguen y mantengan su forma, las camisas, los trajes y los vestidos deben guardarse colgados. Por el contrario, las camisetas y los jerseys de punto deben guardarse doblados, en horizontal, para evitar que se deformen y que los hilos se enganchen con las perchas.