De estilo minimalista, respetuoso con la anatomía del pie y sostenible, así es el calzado barefoot que triunfa en la actualidad
Todo gira en torno al drop, a la puntera anatómica, a la flexibilidad en la zona de los metatarsianos. Conceptos que no son demasiado populares y son parte intrínseca del universo que ha surgido alrededor del calzado barefoot. Con forma de zapatillas, no se trata de unas deportivas más. Ni de una tendencia efímera, porque ha llegado para quedarse pero… conviene comenzar a usarlo poco a poco.
¿Qué significa calzado barefoot?
Este término significa en inglés literalmente «estar descalzo». Es un hecho constatado que al llevar los pies desnudos solo se obtienen beneficios. De hecho, movimientos como el grounding o el Earthing promueven el caminar descalzo sobre hierba, tierra o arena para entrar en contacto con la energía de la Tierra a través de los pies. ¿El principal motivo? La Tierra está cargada de electrones y al caminar éstos son absorbidos por los pies descalzos teniendo un efecto antioxidante muy potente y, por tanto, eliminando radicales libres.
Obviamente y en el ámbito footwear, el anterior concepto va más allá de solo quitarse los zapatos. La finalidad es dejar los pies libres para que se muevan como quieran. Pero claro, no en un sentido literal. No es cuestión de perder la funcionalidad y la comodidad de vista, la intención es acercarse lo más posible al efecto de ir descalzo… sin realmente hacerlo.
Beneficios del calzado barefoot
Es importante destacar que el calzado barefoot forma parte de un estilo de vida saludable y sostenible. Por ello, se ubican dentro de un tipo de moda (de accesorios, en concreto) que se diseñan para cuidar de la salud física. Usar este tipo de calzado puede fortalecer los músculos del pie, pero también los de las piernas e incluso los del core. Además, los modelos de calzado barefoot ayudan a mejorar la postura y el equilibrio.
Aparte de los beneficios a nivel corporal, el calzado barefoot se puede entender como una propuesta que conecta también con el ámbito wellbeing. Las marcas que han apostado por él aseguran que permite una mayor conexión con la naturaleza y el entorno.
La transición barefoot… importa
Probar el calzado barefoot no debería ser algo pasajero y, por otro lado, es aconsejable comenzar a utlizarlo progresivamente. Hay personas que lo comienzan a usar de golpe y no tienen ningún problema, pero es recomendable una transición, un proceso para habituarse. ¿El motivo? La atrofia de la musculatura intrínseca podal, producida por llevar durante décadas un calzado que no permitía apenas mover los pies.
Aparte de ello, hay que tener en cuenta el inevitable drop. Es la diferencia de altura entre el talón y la parte delantera del pie. Cuanto mayor sea el drop, más inclinado será el ángulo entre el talón y la parte delantera del pie. En un pie descalzo, el talón y la parte delantera están al mismo nivel: el drop es igual a 0.
Si se cambia de repente el drop se puede provocar tendinitis, por ejemplo en el tendón de Aquiles, o incluso una fascitis plantar. En general, los pies se pueden resentir y doler. Por ello, podría ser aconsejable visitar antes a un o una especialista que valore si se puede llevar o no calzado barefoot. A veces, para conseguirlo tan solo basta con usar una plantilla que adapte la altura para ir bajando progresivamente y siempre es recomendable probarlo en verano.
Cómo identificar el calzado barefoot
Para reconocer bien una propuesta de zapatillas barefoot es esencial tener en cuenta las siguientes características:
- Puntera anatómica. Es decir, tiene forma de pie. Es ancha y bastante cuadrada. Ni en punta, ni estrecha. Permite que los dedos quepan perfectamente en ese espacio e, incluso, se puedan mover.
- Drop cero. Ya se ha explicado en el anterior apartado. La suela debe ser exactamente igual por delante que por detrás. Por lo tanto, la planta debe ir pegada al suelo.
- Suela fina y plana. Es su característica más disruptiva y puede oscilar entre los 4 y los 12 milímetros. Algunos modelos llevan en su parte exterior una pieza para simular que la suela es más ancha y aportar un estilo más urbano.
- Plantilla extraíble. Este elemento es importante en el caso del calzado infantil para comprobar si ya toca cambiar de número.
- Diseño flexible. Es esencial para que acompañe el movimiento natural del pie. El modelo debe poder doblarse por la zona de los metatarsianos y la zona del talón debe ser blandita.
- Producción sostenible. En la medida de lo posible. La mayoría de marcas de calzado barefoot apuestan por materiales reciclados o de origen natural.
5 marcas de calzado barefoot
No podíamos terminar este post sin recomendar tres firmas de calzado que triunfan apostando por el calzado barefoot. ¿Su aportación? Un modo de entender la moda que aúna el diseño apetecible con el cuidado de los pies y el respeto hacia el medioambiente.
Las zapas más recicladas
Diseñadas y fabricadas en España, el calzado barefoot de Baregoat es flexible, de puntera ancha, cero drop y sin amortiguación. Fomenta un modo de caminar sano y natural. Además, se produce con materiales y procesos sostenibles, utilizando un 50% de algodón reciclado y neumáticos reutilizados para la suela.
Las zapas más activistas
Fundada en 2012 por dos zapateros de séptima generación, la marca british Vivobarefoot defiende la conexión del ser humano y el planeta a través de sus pies. Cuenta con certificado BCorp, organiza eventos deportivos en defensa del medioambiente y dispone de plataforma de recommerce para reparación y reciclaje de sus zapatos.
Las zapas más resistentes
La marca de calzado gallega Beflamboyant destaca por su compromiso con la sostenibilidad y tiene una línea de calzado barefoot. Sus zapatillas se crean con materiales orgánicos que provienen de la piña y del maíz. En concreto, el tejido a base de piña es incluso resistente al agua, pero sin perder un ápice de su flexibilidad.
Las zapas más artesanales
Objetivo a cumplir: crear zapatillas pensando en el mundo que nos rodea. En Origo Shoes diseñan calzado barefoot para respaldar la integridad de tus pies y darles la movilidad que merecen. Su diseño corre a cargo de artesanos expertos ubicados en León, México. Allí fabrican con respeto hacia el planeta utilizando materiales naturales y sostenibles.
Las zapas más holísticas
Cuando se calzan zapatillas de la firma alemana Groundies se favorece una postura natural que alivia la presión sobre las rodillas, las caderas y la espalda. Con ellas los pies y los dedos tienen espacio suficiente para hacer el trabajo para el que fueron creados. Y los músculos y ligamentos de las piernas también se fortalecen mediante una activación permanente.