La sostenibilidad y la elegancia de sus prendas son la esencia de esta exitosa tienda de piezas second-hand con base en Instagram
Lo que empezó como un simple hobby ha acabado convirtiéndose en el exitoso proyecto de venta de prendas vintage De su padre y de su madre. Un espacio creado por Cristina Pato, una madrileña inquieta y buscadora incansable de moda vintage, que ya cuenta con más de 40 mil seguidores en su cuenta de Instagram.
Conociendo su proyecto, no es extraño que, para Cristina, la sostenibilidad sea «una base de vida«. Algo que sustenta todo lo que la rodea y, por tanto, un valor que define su propia existencia. Junto a la sostenibilidad, nos aventuramos a decir que el otro aspecto que está muy presente en su estilo y en el de sus hallazgos vintage es la auténtica elegancia.
Las piezas (o joyas) de ‘De su padre y de su madre’
La máxima calidad y la exclusividad también son características que definen las piezas de moda vintage que Cristina selecciona cuidadosamente en mercadillos de ciudades europeas como París, Viena o Milán y que vende en De su padre y de su madre. Y justo esto es lo que sus seguidoras buscan: «Quien compra vintage tiene más interés por la ropa que quien compra fast fashion. Lo vintage es único, sostenible y, además, es auténtica moda. Toda la gente a la que le gusta la moda y tiene interés, busca prendas vintage«, comenta Cristina.
Entre las piezas vintage que rescata de mercadillos hay una que es la protagonista absoluta: las chaquetas. En todas sus versiones (de tweed, con lentejuelas, austriacas, trenchies, bikers, blazers…) y de las mejores firmas se agotan en cuestión de minutos. Si quieres hacerte con una de ellas, te recomendamos que actives las notificaciones de su perfil para ser de las primeras en ver las nuevas prendas en salir a la venta.
Ahora que conoces más sobre el perfil que tiene De su padre y de su madre, ha llegado el momento de descubrir en detalle cuál es la visión sobre la sostenibilidad en la industria de la moda de su fundadora. Y no solo eso, esta descubridora de prendas-joya también nos cuenta cómo la aplica en su día a día para alcanzar un estilo de vida responsable.
¿Cómo definirías tu personalidad propia como ecolover?
Estar abierta al cambio y ser paciente me ha llevado siempre por un camino más sostenible. Es necesario otro ritmo y dedicación para llegar a lo natural.
¿Cuál es el mayor reto sostenible al que se enfrenta la moda actual?
Reconocer los errores de los últimos años y remediarlos. Ha sido muy rentable bajar la calidad y aumentar el consumo, pero a cambio de ir a peor en recursos y productos. Es importante que el consumidor retome valores y demande un producto que cumpla con una ética de sostenibilidad.
¿Es posible transformar la industria de la moda en una economía circular?
Poco a poco se va consiguiendo. Es una realidad por la que la gente se preocupa cada vez más. El consumo de segunda mano no deja de crecer. La calidad y durabilidad de las prendas vintage supera con creces la de aquellas de fabricación masiva. El consumidor exigente ha entrado en el mercado y recurre a esta vía por ética y porque es la manera de adquirir productos de calidad a precio justo.
¿Qué parte de la sostenibilidad despierta tu lado más activista?
Ser apasionada con mi trabajo e intentar ofrecer un producto o servicio bueno para la clienta es una manera de ser activista. Y la pasión se contagia….
¿Cómo reaccionas ante un evidente caso de greenwashing?
Si detecto algo que me parece incoherente o que me está creando una necesidad negativa lo ignoro y no lo consumo. Me fío más del boca a boca o de personas que comparten unos valores a la hora de consumir. Interesarse por algo de una manera más profunda es importante. Hay que dedicar tiempo y atención.
¿Crees en la moda como un buen vehículo para promover la solidaridad?
Sí, creo en la moda como fuente de mejora para muchas cosas en la vida. Como una forma de educación para transmitir ciertos valores y, por supuesto, de solidaridad cuando se hace un buen uso de ella.
¿Quién o quiénes te inspiran para trabajar respetando el medioambiente?
La gente que se esfuerza por su trabajo y antepone sus valores por delante. El reciente proyecto de Angelina Jolie en Nueva York, por ejemplo, me llena de esperanzas. Y quienes crean documentales y libros son fundamentales en la moda. Más que las redes.
¿Cuál es el mayor reto sostenible al que te enfrentas actualmente?
Contar al mundo que la moda es una herramienta que nos puede ayudar en muchas parcelas de la vida y que, a través de ella, podemos comunicarnos y proyectar. Cambiar referentes y buscar sentido. No usarla para rellenar un vacío.
¿Cómo contribuyes a fomentar el consumo consciente de moda?
Intento dar un contenido que aporte valor a las prendas e información para que se pueda conectar y llegar a la moda desde un punto más positivo. Que se disfrute del proceso, que se valore y que se cuide.
¿Qué libro, documental o película ecofriendly recomendarías?
La sal de la tierra, un documental de Sebastião Salgado que es una oda a la belleza del planeta. Y la serie Doctor en Alaska, que es todo un referente. En cuanto a libros, destaco los del escritor Gabriel García Marquez. En ellos siempre aprovechó los recursos que proporciona la madre naturaleza.
¿Qué actividad al aire libre prefieres para desconectar y relajarte?
Ir a un mercadillo, ver al vendedor y que me cuente su historia. Pasar un rato de calidad acompañada de un buen café. Lo que era mi momento de desconexión preferido se ha convertido en mi trabajo.
¿Cuál es tu momento wellness favorito de la semana?
Priorizo el tiempo para la quietud. El sosiego es un estado de fortaleza. Cuando me deshago de las distracciones, mi ritmo y proceso de pensamientos ganan claridad.
¿Crees que tu propio armario se podría considerar sostenible?
Sí, aquí cumplo 100%. Todo mi armario es sostenible. Hace años que cambié mi modo de consumo en este aspecto. Estoy muy satisfecha. Cuando tienes ya cosas buenas y duraderas los impulsos desaparecen y llega la calidad. Invierto en segunda mano y en piezas artesanales. Zapatos en el zapatero, lanas en el productor de lanas y así con todo. Como dice el refrán: «Cada maestrillo tiene su librillo«.
¿Un último mensaje que te gustaría transmitir en defensa de la sostenibilidad?
La naturaleza es tan generosa que no deja de darnos cosas. Si nos detenemos y le devolvemos esta energía vamos a ser partícipes de ello y generar mucho bienestar en nuestras vidas.
