Ningún ser vivo podría sobrevivir sin agua. Y es muy probable que, si no fuera por ella, hoy tampoco existiría BOTTER, la firma de moda fundada por el dúo de diseñadores Rushemy Botter y Lisi Herrebrugh. Este recurso natural tan preciado y necesario para cualquier especie ha sido, desde su lanzamiento en 2017, el eje central de su propuesta de menswear, inspirada también por sus raíces multiculturales.
Rushemy nació en Curaçao, una isla neerlandesa del Caribe, aunque pasó gran parte de su vida en un pueblo de pescadores de cerca de Ámsterdam. Pronto tuvo claro que quería completar sus estudios en Amberes, donde fue admitido en la Real Academia de Bellas Artes, cuna de grandes nombres de la moda como Dries Van Noten, Raf Simons o Martin Margiela.
Lisi ha vivido siempre entre los Países Bajos y la República Dominicana, de donde es su familia. Cursó sus estudios de moda en Ámsterdam y, antes de terminarlos, ya comenzó a trabajar junto a Rushemy mientras éste finalizaba su formación en Amberes. Así fue cómo se gestó el dúo de diseñadores BOTTER, ganando numerosos premios para talentos emergentes desde el comienzo de su trayectoria.
Tras su incipiente etapa, el dúo de diseñadores decidió trasladarse a París y establecer allí su actual sede. Fue en ese preciso momento cuando definieron una identidad de marca ecofriendly para su proyecto, algo que no les llevó mucho tiempo decidir de forma unánime. Y por ello, sus primeras colecciones ya versaron sobre la contaminación de los océanos, el cambio climático y sus devastadores efectos en el planeta.
Lisi y Rushemy conciben el diseño como un modo de procesar e interpretar fenómenos sociales para transmitir un mensaje comprometido y ofrecer una visión sin filtros de la realidad. Su objetivo se centra en crear moda que abrace y preserve la naturaleza en todas sus formas. ¿Cómo? Mediante prendas y accesorios significativos que sean duraderos y hagan partícipe de un futuro mejor a quien los lleve.
Su nueva interpretación de lo que representa el lujo hoy en día no tardó en ser reconocida por la industria cuando, al poco de empezar, recibieron el Gran Premio del Festival d’Hyère 2018. Tras ello, la propuesta de BOTTER se ha convertido en uno de los desfiles más esperados de la Semana de la Moda de París e, incluso, fueron elegidos como directores creativos de la icónica maison parisina Nina Ricci de 2018 a 2022.
La visión única de este dúo de diseñadores, bajo el influjo de sus raíces multiculturales, se deja ver en sus creaciones a través de volúmenes exagerados, siluetas fluidas, tejidos ecológicos y reciclados, accesorios ingeniosos y una paleta de colores vibrantes y optimistas. Expertos en sastrería, sus piezas se inspiran siempre en el mar, ya sea a través de la forma en la que las prendas fluyen sobre el cuerpo, los colores que las tintan o las formas que plasman en ellas.
Audaz, innovadora e inclusiva, la firma BOTTER destaca por ofrecer una propuesta atractiva y contemporánea con un importante trasfondo social y medioambiental. “Se ha cogido miedo a la palabra “sostenibilidad», porque ciertamente se ha convertido en una especie de herramienta de marketing. Sin embargo, nosotros comenzamos en esto con honestidad y por una preocupación real», explicaba el dúo en la web Hypebeast.
¿Y cómo consigue este dúo de diseñadores desarrollar su activismo ecológico sin necesidad de gritarlo a los cuatro vientos? A través de un gran esfuerzo e investigación para encontrar los mejores socios y proveedores con los que trabajar, las fábricas adecuadas para producir sus prendas y los materiales particulares que respondan a sus propios criterios sostenibles.
La mejor demostración de este férreo compromiso llegó en 2020, justo al comienzo del confinamiento, cuando decidieron poner en marcha su propia Granja de Arrecifes de Coral en Curaçao. Para su desarrollo trabajaron con una pequeña escuela de buceo de la isla, Curious 2 Dive, con el objetivo de luchar contra el problema mundial del blanqueamiento de los arrecifes de coral. ¿Cómo? Recogiendo los apéndices aún vivos de los arrecifes de coral moribundos para cuidarlos y devolverlos a la vida.
“En Curaçao, el arrecife de coral, epítome del ecosistema de los océanos, se está muriendo bajo la mirada despreocupada del turismo de masas, la industria pesquera y los problemas medioambientales. Devolver la vida al arrecife de coral es devolver algo muy preciado a la naturaleza. Esta es la idea que tenemos para un mundo mejor. Esta es la idea que tenemos para el mundo Botter”, afirman en su página web.
Otro ejemplo del activismo de este dúo de diseñadores surgió con su pasada colección SS22, en la que incorporaron los tejidos Parley Ocean Plastic®, un material textil fabricado a parir de residuos plásticos oceánicos por la ONG Parley for the Ocean: “Queremos que nuestra moda sea un símbolo de esperanza y belleza, que dé al usuario la oportunidad de formar parte de algo más grande y de sentirse orgulloso de llevar la pieza. Esto es el auténtico lujo moderno”, declararon ambos diseñadores sobre la propuesta.
Una vez más, los hechos hablaron por ellos y por ello, en 2022, recibieron el Premio Andam de la moda francesa. El dúo de diseñadores fue premiado con 300.000 € y, tras recibir la sustanciosa cantidad, se comprometió públicamente a invertirla en la gestión de su granja de Curaçao, así como en el desarrollo de biotextiles y otros proyectos sostenibles igualmente innovadores.
Para esta primavera/verano 2023 han creado una colección en la que el agua es, de nuevo, la gran protagonista. A través del azul intenso de los trajes o abrigos que evocan el color del océano, las solapas en forma de corazón que emulan las gafas de buceador o los cárdigans a modo de top de tubo con las mangas envueltas alrededor del cuello, como cuando los buceadores suben a tomar el aire y se quitan el equipo de buceo de los hombros.
Además, el dúo de diseñadores ha utilizado un material hecho de unas algas marinas que absorben el CO2 de manera más efectiva que los árboles y cuyo uso en tejidos presenta propiedades beneficiosas para la salud. Vestidos de tubo, camisas con estampado de peces, monos inspirados en trajes de neopreno o camisetas con motivos acuáticos completan una propuesta que, una vez más y en el universo BOTTER, transforma la moda en el mejor vehículo para crear conciencia y abogar por salvar nuestro planeta.
