Después del momento tan intenso que vivimos y por el que vamos a seguir sufriendo dramáticas consecuencias… estoy segura de que muchos de nuestros comportamientos cambiarán. Tras los más de 50 días que llevamos de confinamiento en casa algunas conductas se han instaurado convirtiéndose en saludables hábitos; según los científicos, 21 días es el tiempo requerido para que esto suceda, aunque nos resistamos. Se me ha ocurrido apostar por cuáles serán… ¿o quizás por cuáles desearía que fueran? Ahí van.
- DI SÍ A LAS COMPRAS CONSCIENTES
Parece que con la crisis, los compradores escogen practicar un consumo más consciente. Las compras son menos compulsivas, más razonadas y razonables, centradas en las necesidades reales. Aún así, los expertos vaticinan que hay que esperar a los denominados gastos de venganza. Ya ha sucedido en Cantón, donde tras el confinamiento y en un sólo día la tienda de Hermès facturó… ¡2,5 millones! Excepciones aparte, creo que una parte de la población ha entendido y aprendido una lección que nos ha traído este virus: podemos vivir con menos cosas.
- EL BIENESTAR, UN ACTIVO EN ALZA
Nos hemos dado cuenta que el “tiempo es oro” y no se puede comprar con dinero. Disfrutar del tiempo y del momento presente es nuestro mayor regalo. Este momento cocooning forzoso nos ha permitido deleitarnos con nuevos rituales de belleza; hemos osado hacernos una mascarilla facial y dejarla actuar el tiempo que aconsejan sin remordimiento y sin prisas, hasta hemos logrado aplicarnos el sérum con el roller de jade que compramos hace un año. ¿Creéis que estaremos dispuestos a perder todo este bienestar durante la desescalada?
- SIN MIEDO AL SHOPPING ONLINE
Si alguna vez fuimos reticentes a las compras vía online… ese momento inevitablemente pasó. Por ejemplo, las transacciones online de belleza se han mantenido durante estos días de confinamiento. Si bien el consumidor ha preferido compras fullcare a través de jabones, geles, mascarillas de rostro, tintes capilares y cremas de manos. ¿Adiós a los maquillajes, a las barras de labios, a las sombras de ojos y los coloretes? Parece ser que respecto a los lipsticks la tendencia a la baja se mantendrá un tiempo, pero… no renunciemos para siempre a la sensualidad de unos labios rojos, por favor.
- LA NUEVA ERA DE LA e-COMUNICACIÓN
Durante estas semanas hemos visto como los consumidores han cambiado de tendencias rápidamente debido a nuevas necesidades. Al no poder dirigirse a la consejera de belleza en la perfumería, el asesoramiento ha sido vía chats, apps o por videoconferencias a través de Zoom. La información sobre perfumes, cremas, etc. ha estado presente más que nunca en la red, donde mediante tutoriales de Youtube se ha mostrado cómo cortar el pelo y hacer un flequillo parecido al de algunas celebrities, los secretos de un buen tinte, cómo preparar una mascarilla o cómo realizar clases de yoga y pilates.
- FIRMAS NATURALES Y PRODUCCIÓN ÉTICA… ¡SON LO MÁS!
En el ámbito beauty y antes de esta pandemia, la palabra sostenibilidad ya estaba en boca de todos… ahora el consumo de cosmética y productos de belleza naturales es tendencia indiscutible. Esto ha puesto de relieve la necesidad imperiosa de consumo de productos que respeten el medioambiente. Y hay que añadir las ganas de solidarizarse con los pequeños emprendedores, los cultivadores, los recolectores… con todo esa cadena de trabajadores que hace realidad el producto final que nos llega a casa. Apoyar un consumo más justo o fair trade y tener en cuenta el factor de proximidad parece que, con suerte, se van a convertir en hábitos generalizados.
- LA REVOLUCIÓN DEL PACKAGING
Durante la pandemia, otra lupa se ha centrado en cómo mantener los envases de cosméticos libres de contaminantes, sin bacterias ni virus. Y se ha producido una auténtica revolución con nuevos planteamientos sobre cómo deben ser los tarros para conservar intacto el contenido. Algunos apuestan por el packaging airless, que no permite la entrada el oxígeno; otros por envases donde no haya que meter los dedos como frascos con dosificadores o productos monodosis; otros por los reutilizables… El nuevo packaging de belleza es gender-neutral, sostenible, cruelty-free, ergonómico e incluso harmless. Y el universo beauty retail está obligado a cambiar, ya que hasta sus tradicionales probadores tienen sus días contados.
Sí, se avecinan cambios para mejorar el consumo, la comunicación, los espacios, los productos… Quiero terminar recordando una cita del gran Steve Jobs: “aquellos que están lo suficientemente locos como para creer que van a cambiar el mundo… son quienes lo cambian”.
