Cada vez que comienza un nuevo año, quizás, nos hacemos la misma pregunta… ¿cómo puedo conseguir ser más feliz? Lo cierto es que resulta de lo más normal pensar en qué cambios se pueden llevar a cabo para mejorar nuestro día a día. Pero tampoco es cuestión de perseguir la felicidad de una manera obsesiva.
La mayoría de los seres humanos se esfuerzan por disfrutar de un estilo de vida más feliz. Y, a menudo, buscan constantemente formas de lograrlo a través de su vida cotidiana. Vanessa King, directora de lugares de trabajo y psicología positiva de la ONG Action for Happiness, ha estado investigando este tema durante décadas. Y sus conclusiones en torno a la felicidad son realmente interesantes.
Vanessa se unió a esta organización benéfica en 2010, justo antes de su lanzamiento, y se ofreció como voluntaria para averiguar cuáles son las 10 claves para una vida más feliz. Tras muchos meses revisando literatura y estudios académicos sobre la felicidad, y utilizando como referente los cinco caminos hacia el bienestar que ya se habían desarrollado, creó un acrónimo que se deletrea como Gran Sueño y esconde las 10 claves en cuestión.
“Yo las llamo 10 claves para una vida más feliz, no las 10 claves para la felicidad”, advierte Vanessa en una entrevista para la organización Smiley Movement. “Es importante que seamos realistas, la vida tiene altibajos. Las personas no deberían pensar que han fallado si están pasando por una mala racha”. Así pues y por ello, como antes he comentado, forzar una constante búsqueda de la felicidad no es aconsejable en absoluto.
Vanessa afirma que es útil usar la lista como inspiración, aunque esté basada en la evidencia: “Se trata de reconocer que estas cosas pueden desempeñar una parte importante en tu bienestar. Son un menú y no una receta. Y no tienes que centrarte en todas ellas por igual: diferentes cosas funcionan para diferentes personas en todo momento. Pero se puede usar como una lista de verificación de lo que ya se está haciendo”.
Las dos primeras claves se refieren a las interacciones y conexiones con otras personas, y Vanessa afirma que son vitales. Aunque se tenga una gran cantidad de amigos o una pequeña, son esenciales para conseguir el ansiado bienestar. “A veces damos todo por sentado, así que las claves son como empujones para reconocer aspectos que a primera vista podrían parecer… demasiado evidentes”.
Y por último, Vanessa insiste en un hecho que, científicamente, está más que constatado: “Nuestros cerebros están programados para enfocarse en lo que está mal, así que tenemos que entrenarlos para percibir más lo que está bien. De este modo, con la práctica, es posible crear un círculo virtuoso”.
Dicho todo lo anterior… ha llegado el momento de descubrir las 10 claves para conseguir una vida más fácil. Claves en las que, lógicamente, se puede profundizar a través de la web oficial de Action for Happiness. Ahí va un decálogo que, en ECOLOVER, hemos decidido tener muy en cuenta en todo momento para, entre otras cosas, plantar cara al estrés crónico:
1. Actitud agradable: Ayudar y ser amable no solo contribuye a la felicidad de los demás, ¡también puede ayudarnos a sentirnos más felices con nosotr@s mism@s! Cuando hacemos cosas amables, literalmente se le da un impulso al cerebro, activando su «centro de recompensas» y eso es muy positivo. Además, también puede distraernos de nuestras propias preocupaciones.
2. Relaciones humanas: Ya sea mediante conexiones con nuestras parejas, familias, amig@s, compañer@s de trabajo, vecin@s u otras personas en nuestras comunidades, todas pueden contribuir a la felicidad y a la resiliencia. Por lo tanto, es importante tomar medidas para construir, mantener y fortalecer las relaciones con nuestros semejantes.
3. Cuidado físico: Hay muchas maneras de cuidarnos físicamente: hacer deporte, disfrutar de la luz del día, descansar lo suficiente, comer alimentos nutritivos, mantenernos hidratados… Todo esto impacta directamente en lo bien que nos sentimos y funcionamos. Pueden ser estimulantes instantáneos del estado de ánimo, además de ser buenos para nuestra salud mental y física a largo plazo.
4. Atención plena: Ser conscientes puede ser una base sólida para el bienestar. Los estudios demuestran que la práctica de la atención plena puede reducir los niveles de estrés, ayudarnos a controlar nuestras emociones y reacciones, sintonizarnos mejor con cómo nos sentimos y cultivar la compasión por los demás. Esto ayuda a tomar decisiones más sabias, mejora las relaciones y fomenta la felicidad y la tranquilidad.
5. Experiencias nuevas: Estar abierto al aprendizaje alimenta nuestro bienestar, aumenta nuestra confianza y nuestra creatividad y puede ser muy gratificante, sea cual sea nuestra edad. El aprendizaje no es solo para la escuela sino para toda la vida. De hecho, la evidencia muestra que continuar aprendiendo a lo largo de toda la vida puede ayudarnos a cimentar nuestra felicidad.
6. Objetivos factibles: Pensar en metas que hacer realidad y mantener una perspectiva optimista o esperanzada siempre conlleva una mayor probabilidad de que experimentemos emociones positivas, de que nos sintamos más segur@s, de que tengamos una mayor satisfacción con la vida, de que tengamos una mejor salud física y de que tengamos menos posibilidades de sentirnos deprimid@s.
7. Resiliencia vital: Tod@s experimentamos frustraciones diarias, tensiones cotidianas, disgustos, fracasos, cambios inesperados y desafíos. También eventos traumáticos en algún momento de nuestras vidas, como la pérdida de un ser querido, la pérdida repentina de nuestro trabajo, un accidente o una enfermedad grave. Ser resilientes significa que con el tiempo podemos encontrar formas de enfrentarnos a todo ello de manera constructiva, asumiéndolo, adaptándonos y, finalmente, siguiendo adelante.
8. Emociones placenteras: Las emociones son más que sentimientos. Incluyen cambios fisiológicos momentáneos que influyen en nuestras acciones y se suman. Si bien las emociones desagradables como el miedo evolucionaron para ayudarnos a sobrevivir evitando el peligro, no fue hasta hace relativamente poco tiempo que también se ha reconocido el poder de las experiencias emocionales agradables en la búsqueda particular de la felicidad.
9. Aceptación personal: Cómo nos sentimos con nosotr@s mism@s puede tener una gran influencia en cuán felices y resistentes somos. Aceptar que tenemos fortalezas e imperfecciones, cometemos errores y, a veces, fracasamos es un componente importante del bienestar psicológico. Esto no evitará que nos sintamos mal cuando nos equivoquemos, pero ayudará a no detenernos tanto en ello ni a castigarnos por ello.
10. Sentido de la vida: Al preguntar qué significa la felicidad, los pensamientos iniciales generalmente describen cosas que proporcionan alegría u otras emociones fugaces y positivas. Sin embargo, pronto se tiende hacia definir un tipo diferente de felicidad. Amig@s, familia, mascotas, trabajo, voluntariado, aprendizaje, pasatiempos, actividades creativas, naturaleza, fe… es lo que da sentido a la vida. Trabajar en y hacia todo ello no siempre es placentero al instante, pero permite llegar a una gran satisfacción a largo plazo.
