A imagen y semejanza de los documentales de la 2, la cosmética actual ha encontrado nuevas fuentes revitalizantes que provienen directamente de la madre naturaleza… gracias a sus propiedades especiales. Las gemas semipreciosas, la lava volcánica y las algas despliegan sus poderes a través de nuevos productos que prometen dar mucho que hablar. Vayamos por partes.
COSMÉTICA GEMOLÓGICA
Quién iba a suponer que el ámbito de la gemología podría interaccionar con el de la alta cosmética para dar lugar a una nueva gama de productos sorprendentes. En su formulación puedes encontrar extractos de piedra de luna o de perlas, pigmentos de zafiro sintético, malaquita o, incluso, polvo de diamantes. El resultado es una propuesta que embellece, ayuda a restituir el equilibrio natural de la piel y es una gran fuente de energía.
COSMÉTICA VULCANOLÓGICA
No todo lo que proviene de una violenta erupción es negativo. La lava volcánica (y sus múltiples derivados) tiene propiedades purificadoras, antiinflamatorias y nutritivas. Por ello, es una solución para pieles que sufren de imperfecciones. ¿Cómo? Principalmente en forma de mascarillas y cremas exfoliantes que, te lo aseguramos, dan unos resultados muy satisfactorios.
COSMÉTICA FICOLÓGICA
Finalmente, el mundo marino alberga unos organismos fascinantes con poderes protectores para la piel: las algas. Sometidas a condiciones ambientales diversas y extremas, han demostrado una gran capacidad de adaptación. ¿Por qué? Pues porque saben desarrollar agentes que les protegen de un entorno hostil. Los laboratorios de cosmética no han pasado esto por alto y han conseguido extraer de ellas las moléculas necesarias para replicar su gran resistencia en cremas muy recomendables.