Continuamos avanzando en nuestro incansable devenir por el ámbito de la decoración y el interiorismo sostenibles. Ahora que las horas de luz continúan siendo pocas teniendo en cuenta que estamos en pleno invierno… es el momento oportuno para descubrir propuestas de iluminación artesanal de origen europeo.
A continuación, una selección de talento creativo que considera la sostenibilidad como un requisito indispensable para hacer realidad sus diseños de iluminación artesanal a través de materiales nobles que provienen directamente del reciclaje o de la producción responsable.
De la combinación entre materiales locales y alta tecnología surge esta propuesta de iluminación artesanal ubicada en Mallorca. Desde la soleada isla, los argentinos Mauricio Obarrio y Juan Peralta producen todos los pedidos bajo demanda y a nivel global. Sus materias primas predilectas incluyen la piedra marés, originaria del archipiélago balear, para las bases de sus lámparas, el latón, el vidrio soplado o el PLA, un bioplástico derivado de recursos renovables. ¿Su objetivo final a través de sus piezas? Apostar por un slow design de calidad que perdure, que se transmita de generación en generación, y que sea atemporal a nivel estético.
Graduadas en la Escuela de Bellas Artes de Reims, Véronique Carlotti e Isabelle Royer forman un tándem especializado en iluminación artesanal de gran formato. Su trabajo parte de la lámpara de araña como un elemento primordial en el espacio arquitectónico, un objeto que puede ser autosuficiente y dar vida a los espacios más desnudos. Por ello, sus estructuras resultan a la vez imponentes y etéreas. Su constante búsqueda de nuevas técnicas con las que experimentar a través de materiales como el latón, la plata y el cobre les ha permitido crear un material textil metálico que es milagrosamente ligero y se ha convertido en una de sus más reconocibles señas de identidad.
También desde Francia surge la iluminación artesanal de Florence basada en la materia fundida. Sus creaciones son el resultado de un largo proceso de investigación en torno a ella y en su trabajo la maestría y el azar comparten espacio. Sus piezas, lógicamente, son únicas y a través del vidrio soplado adquieren un aspecto sorprendente: “El material me guía, más a menudo de lo que lo constriño, hacia obras impregnadas de poesía, conectadas con la naturaleza y con el ser humano». El inesperado resultado de sus lámparas le ha permitido, hasta el momento, colaborar con hoteles, restaurantes, estudios de arquitectura y clientes particulares.
Para el polaco Przemek Krawczyński convertirse en artesano fue, en un principio, tan solo un pasatiempo creando lámparas para sus amigos. Su trayectoria autodidacta en el ámbito de la iluminación artesanal se transformó en un trabajo a tiempo completo gracias a su proyecto Calabarte. Y su inspiración al diseñar… «son el arte fractal, la geometría y todo tipo de patrones y construcciones geométricas y armoniosas. En mis proyectos busco la armonía y la cohesión. Disfruto de patrones complicados, variados y compuestos. Nada en su creación es aleatorio«. ¿El resultado final? Infinitos juegos de luces que cambian los interiores en paisajes cálidos y encantados.
Antonio Monroy se formó como técnico de fabricación de máquina-herramienta y, después de trabajar en el taller de su padre, comenzó a fabricar y restaurar lámparas artesanales. Luis Lago es un diseñador autodidacta con experiencia en iluminación, danza y escenografía. Comenzaron en el ámbito de la iluminación artesanal como lago:monroy en 2014. Desde entonces, trabajan sus piezas principalmente con latón, pero también utilizan aluminio, hierro y acero inoxidable. Y siempre a través de técnicas como el modelado, el repujado, la soldadura y el torneado. Se ubican en Pontevedra y sus diversas colaboraciones con artistas, decoradores y diseñadores son siempre garantía de éxito.
Helmut lleva más de 25 años investigando los materiales y las composiciones de sus esculturas de luz. Como antiguo investigador clínico en Alemania, la exploración es uno de los aspectos más importantes de su trabajo. Gracias a sus conocimientos científicos y químicos, ha desarrollado su propio material de trabajo: un papel de fibra vegetal. El encogimiento escultórico de sus hojas de papel es lo que da la forma característica de su iluminación artesanal creada por encargo. Después, mediante el uso de elementos estructurales fabricados con fibras ópticas, ha conseguido incorporar gráficas lumínicas que permiten que la luz brille uniformemente de un modo fascinante.
Lučka Berlot es una profesora de arte de Eslovenia que, atraída por los juegos de luces y sombras, se aventuró en el diseño de iluminación artesanal en 2012. Desde entonces, explora diferentes técnicas de trabajo con hormigón celular y otras masas cerámicas. Todo ello lo combina magistralmente con madera, metal y otros materiales para crear piezas que se inspiran en formas y texturas naturales. Según Lučka «las asperezas e irregularidades aportan el toque único para crear productos imposibles de imitar en la producción en masa. Éstos transmiten una energía única a nuestros espacios vitales. E indirectamente hablan de nuestra conciencia y apoyo a la sostenibilidad y la producción local«.
Tras comenzar como músico y actor, Eoin Shanley trabajó a tiempo parcial en obras de construcción para financiar su carrera artística. Fue entonces cuando aprendió las habilidades que, más tarde, le permitieron construir su propia casa y que le convirtieron en un apasionado defensor de la sostenibilidad. Su trayectoria en iluminación artesanal empezó a partir de lo que tenía a mano. Así nació Copperfish, la empresa que produce piezas utilizando vidrio, cáñamo y cobre, junto con hermosas maderas antiguas. El reciclaje de esta madera es esencial para que cada una de sus lámparas cuente una historia diferente, ese storytelling que para el irlandés Eoin es tan, tan importante.
En las afueras de Viena se encuentra el estudio de Konrad, escondido en un complejo barroco tardío que incluye una fábrica de tres pisos y un parque cubierto de vegetación romántica con esculturas de piedra de cuento de hadas. En esta pequeña burbuja, se aísla del mundo y prefiere trabajar solo, para sí mismo, sin distracciones. Konrad domina el procesamiento de una amplia variedad de materiales. Sus amplias habilidades le permiten diseñar, construir e instalar una iluminación artesanal de alta gama que destaca por proponer «especímenes» únicos que no poseen ninguna forma clásica o enfoque geométrico, pero son perfecta e inesperadamente armoniosos.
Durante los últimos 25 años, el maestro artesano Arturo Álvarez, fundador de esta empresa gallega, convirtió a esta marca española en un referente internacional en iluminación artesanal antes de pasar la batuta a Marcos Rioseco y Miguel Martínez. En esta nueva etapa, sus actuales dueños continúan produciendo lámparas, fieles a los pilares originales de la empresa, pero ahora bajo un seductor nombre anglosajón que tiene el objetivo de emocionar a sus clientes y de hacerles sentir que siempre van a estar frente a obras de arte cuando disfruten de sus piezas.
