Las mil posibilidades que ofrece el imparable upcycling no dejan de sorprendernos. Y la firma CALLA Paris es un buen ejemplo de ello. Su fundadora y directora creativa, Calla Haynes, decidió tomarse un respiro en su trabajo como diseñadora de ready-to-wear en 2015. Y antes de dejar su lugar de trabajo recogió del almacén todos los restos textiles para hacer… algo significativo.
Inspirada también al ver los grandes contenedores llenos de residuos textiles cada noche en el distrito parisino de Sentier, la canadiense Calla comenzó a pensar en cómo reutilizar tanto material desaprovechado. Así surgió en 2017 el proyecto Boucharouite, basado en crear alfombras artesanales en colaboración con tejedoras de Marruecos. Ellas fueron el germen de la firma de babuchas que nació un año después y que ahora triunfa a nivel internacional.
Tras varios viajes a Marruecos para desarrollar alfombras boucharouite, se planteó la posibilidad de fabricar babuchas típicas marroquíes confeccionadas con ellas. Ni siquiera estaba segura de que fuera posible debido a su grosor, pero lo consiguió. Tras presentarlas con éxito en varias ferias, la propuesta despegó y lo hizo sin perder de vista su ADN sostenible. Las alfombras vintage provienen, en su mayoría, de Marrakech, aunque se fabrican en todo el país marroquí. Por ello, esconden vidas anteriores que perduran gracias al upcycling, convertidas en un calzado que destaca por su gran originalidad.
Moki, Elki, Suki… son los nombres de los modelos hechos a mano por Ahmed, un zapatero ubicado en el zoco de Marrakech. Corta a mano las alfombras antiguas con tijeras, utiliza un patrón de papel y su destreza es tal que puede crear hasta 20 pares al día. Los zapatos están forrados con piel de cordero de origen local teñida con tintes vegetales naturales. Lógicamente, cada par es único porque su diseño depende de por dónde se corte la alfombra. Y, por tanto, no siempre están disponibles en la talla deseada, a pesar de la insistencia de los decepcionados clientes. Ante ella, Calla no cede y así continúa garantizando la exclusividad que distingue su firma.
Esta exclusividad puede ir un paso más allá porque es posible encargar babuchas customizadas. Calla Paris invita a los clientes a participar en el proceso. Pueden elegir tamaño y colores y seguir de cerca online su producción. ¿El único inconveniente? El stock personal de tejidos de Calla se va reduciendo, así que las opciones entre las que elegir son limitadas. ¿Cómo solucionará este obstáculo a su imparable upcycling? Obteniendo materiales textiles sobrantes de firmas de toda Europa. Incluso, a veces, ¡los consigue de grandes maisons de la Alta Costura parisina! Es lo bueno de tener buenos amig@s en ese ámbito tan elitista de la moda.
