De tricotar prendas de punto para l@s amig@s a… protagonizar una colaboración con la firma neoyorquina BATSHEVA que tal y como crece, se agota. Es otro ejemplo más de cómo el knitwear artesanal cotiza al alza. Pero, esta vez, su responsable es una it girl que nos encanta… ELLA EMHOFF.
Bien conocida por ser la hijastra de Kamala Harris, vicepresidenta de los Estados Unidos, Ella comenzó su affaire con la moda el pasado año al firmar contrato con la agencia IMG Models, debutar en la NYFW con Proenza Schouler y dar el salto a París de la mano de Balenciaga.
El pasado mes de febrero, el lanzamiento de cinco piezas de knitwear exclusivas creadas por Ella (dos chalecos tipo suéter, un par de pantalones cortos, un vestido midi y un bolso cruzado con el pájaro Piolín) se agotaron casi de inmediato a través de la plataforma comercial MALL.
Pero antes… la propia Ella sorteó unos pantalones de punto en su propio perfil de Instagram. Para poder participar, sus seguidor@s tenían que donar al menos 10 dólares a For The Gworls o The Okra Project, dos organizaciones que trabajan para apoyar a las personas trans negras. ¡Activismo y knitwear en un mismo call to action!
Tras la firma Batsheva, fundada en 2016, está… Batsheva Hay, toda una experta en triunfar a través de un universo formado por vestidos de inspiración 70s. Volantes de cuello alto, mangas voluminosas y estampados únicos que, en su mayoría, provienen del uso de prendas vintage, deadstocks y tejidos reciclados son su seña de identidad.
Estos diseños de marcado estilo retro llamaron la atención de Ella durante bastante tiempo antes de la toma de posesión del presidente Biden. Tras una conexión por Zoom, se produjo la conexión total entre ambas y decidieron unir fuerzas para crear el vestido de moaré con mangas abullonadas color burdeos que Ella se puso debajo de su abrigo viral de Miu Miu.
Así pues, la estupenda sinergia entre Ella y Batsheva promete continuar porque, es más que obvio, ha surgido de un modo natural desde el minuto cero. «Muchos de sus diseños son coherentes con mis deseos y necesidades personales«, ha declarado la primera al programa Good Morning Vogue. «Obviamente, conectamos cuando le vestí por primera vez«, también ha confesado la segunda.
Por el momento, para conseguir alguna de las tres prendas de knitwear con un marcado estilo granny chic que se pondrán a la venta en junio hay que realizar el pedido por anticipado. Mientras tanto, sí se puede adquirir algo muy diferente: dos vestidos en rosa palo o negro con volantes que, sin duda, también son muy, muy Ella.
Esperemos que la reivindicación del knitwear artesanal que Ella Emhoff se ha propuesto se consolide en una colección completa que, realmente, le convierta en la posible diseñadora que está llamada a ser. Su trabajo de modelo debería ser solo el primer paso hacia ello. Personalidad propia le sobra. Y creatividad… parece ser que también.
