Con una trayectoria de 50 años, la historia de Artemade se remonta a 1970. Su fundador Gerardo Labrador creó esta empresa especializada en proyectos con la madera como principal materia prima.
Tras años y años dedicados al meticuloso trabajo de la ebanistería y dando absoluta prioridad al cuidado del acabado, los exclusivos diseños de Artemade llegaron a ocupar un distinguido lugar en el ámbito español del mobiliario de alta calidad.
Con el transcurso del tiempo, la firma focalizó su interés en proyectos de gran envergadura, obteniendo un gran prestigio y sobreviviendo a todo tipo de trances y crisis en el sector. Sin embargo, durante este proceso, su interés por mimar y trabajar el mueble artesanal fue desapareciendo.
El nuevo edificio BBVA, la embajada de España en Berlín, la embajada de España en Guinea Ecuatorial, el parador de Bayona, la rehabilitación del Palacio Real de Madrid… formaron parte de una dilatada carrera.
En el año 2018, Marta Labrador, graduada en Bellas Artes y con una extensa carrera profesional, rescató la idea inicial de la firma Artemade y la esencia que propuso Gerardo Labrador hace cincuenta años.
Muebles elaborados con materiales nobles, como parte intrínseca de propuestas de interiorismo en las que la pintura también es protagonista. ¿El principal objetivo de Marta Labrador? Habitar el espacio, conseguir transformar lo proyectado a través de un plano en un entorno bello y acogedor.
Marta Labrador, además, siempre aporta un componente que añada aún más carácter a cada pieza. Dicha aportación incluiría un mobiliario distinto, con estilos y particularidades de varias épocas.
Partiendo de un estudio previo basado en la teorización, posteriormente se construye una misma pieza con ciertas similitudes y… con otras características, tales como los materiales o algunas modificaciones formales, es decir, aquellos elementos visuales que le dan figura.
La forma, la composición y la estructura se modifican, pero siempre manteniendo la naturaleza del mueble para perpetuar su significado. De este modo, la esencia de un proyecto creado hace cincuenta años ha dado paso a un universo con un espíritu divergente, con un lenguaje íntimo, tan solo propio de su autora… Marta Labrador.