¿Has notado que tu piel ha cambiado desde el comienzo de la MENOPAUSIA? Al igual que ocurre en la pubertad, el embarazo y el posparto, los niveles hormonales se alteran durante la menopausia y, en consecuencia, su desequilibrio provoca trastornos en la piel.
Durante la menopausia, la piel puede volverse más seca, opaca, sensible y delgada, mientras que la reparación y la renovación celular se ralentizan porque las células se multiplican más lentamente. Esto significa que las imperfecciones propias del acné o las cicatrices tardarán más en sanar y las marcas por los brotes permanecerán más tiempo en el rostro provocando manchas.
Y a este desequilibrio hormonal durante la menopausia hay que sumar que la producción de sebo, colágeno, ácido hialurónico y elastina disminuyen con el paso del tiempo. Esto se traduce en un cutis apagado, con tendencia a la flacidez y a la formación de líneas finas y arrugas. Todos estos cambios son una señal para cambiar tu rutina de cuidado de la piel, pero también tu estilo de vida y alimentación.
Entonces… ¿cómo es la piel durante la etapa de la menopausia?
Entre los 45 y 50 años se produce una caída en la producción de estrógenos y progesterona, lo que provoca una disminución en la síntesis de fibras de colágeno y elastina. Por ello, la menopausia acentúa el envejecimiento de la piel, “se pierde firmeza y el óvalo facial se desdibuja, apareciendo arrugas no solo en la cara, sino también en el cuerpo. La pérdida de elastina multiplica este efecto de descolgamiento de los tejidos”, asegura el Dr. David Curto en la sección Muy Saludable, de la web oficial de Sanitas.
Además, “suelen aparecer manchas o zonas hiperpigmentadas en la epidermis, por lo general, causadas por la acumulación de radiación ultravioleta durante años. Estas manchas son numerosas y evidentes en quienes no han usado cosméticos con filtro solar. Algo bastante habitual porque, a pesar de las advertencias de los dermatólogos acerca de los riesgos de la exposición solar sin protección, el bronceado sigue estando de moda y cuesta mucho hacer que cale el mensaje de que no existe ningún bronceado seguro ni saludable”, cuenta el dermatólogo Pedro Jaén en su libro Una piel para toda la vida.
Por tanto, teniendo en cuenta todas estas características, es muy aconsejable tener en cuenta ciertos aspectos a la hora de cuidar la piel antes de que los desarreglos hormonales y la interrupción de la ovulación hagan acto de presencia. Según el citado libro de Pedro Jaén, las pautas definitivas que ha de seguir cualquier piel con experiencia que esté atravesando la menopausia (o esté sumergida en plena perimenopausia) son las detalladas a continuación.
Reglas de oro para cuidar la piel y plantar cara a la menopausia
La primera regla de oro es incluir cremas despigmentantes, así como cremas específicas que combinen alfa hidroxiácidos, retinoides y antioxidantes, como la vitamina C, ya que ayudarán a acelerar la renovación celular (un proceso que se ralentiza durante la menopausia) y aportarán a la piel la luminosidad y jugosidad perdidas.
Para este cometido, recomiendo Collagen Boosting Moisturizer de PAUSE WELL-AGING, una firma clean y cruelty free diseñada para mujeres que atraviesan la menopausia. Es una crema que ayuda a reafirmar, levantar, iluminar, igualar el tono de la piel y disminuir la apariencia de líneas finas y arrugas. Está formulada con un alto contenido en ácido glicólico y vitamina C, por lo que se recomienda no mezclar con retinol para no irritar la piel ni causar sensibilidad cutánea. Su aroma natural envolverá tu rostro gracias al extracto de la fruta Yuzu.
Otra de las reglas de oro es que el ácido hialurónico no debe faltar en las cremas de cuidado diario. Las pieles que estén atravesando la menopausia necesitan mucha hidratación ya que tienden a secarse. Por ello, este principio activo es idóneo debido a su enorme capacidad para atraer y retener el agua, de manera que la piel estará más hidratada y, en definitiva, saludable. Esta regla también es apta a la hora de escoger cremas corporales.
El Sérum Facial Concentrado de SALAD CODE se ha creado con componentes naturales como la vitamina C de la naranja y el kiwi, y el ácido hialurónico vegetal. Esta combinación hidrata la piel desde el interior, aporta firmeza, elasticidad, luminosidad e iguala el tono del rostro. Tiene una textura muy ligera que se absorbe al instante, dejando la piel con un aspecto más terso y un efecto glow irresistible.
La tercera regla de oro a seguir es priorizar el uso diario de la protección solar. De hecho, es algo innegociable a cualquier edad ya que es el arma contra el envejecimiento más poderosa. Es esencial protegerse la piel a través de cremas solares, pero también no olvidar complementarlo con el uso de ropa, sombreros y gafas de sol.
Y la última regla insiste en la “importancia de dejar de fumar, restringir al máximo el consumo de alcohol, hacer actividad física moderada, pero de manera constante, y llevar una dieta rica en antioxidantes. Sobre todo los que proceden de frutas y verduras. Incluir proteínas magras de calidad, como huevos, pescados, carne blanca, pollo o marisco, constituye el complemento perfecto para cuidar de la alimentación en general y de la piel en particular durante la menopausia”, afirma el dermatólogo Pedro Jaén.
Así pues… la alimentación es un factor clave durante la menopausia
Somos lo que comemos y en nuestra piel se refleja cómo de sanos estamos por dentro. “Durante la menopausia ocurren trastornos metabólicos, por lo que, aunque siempre sea importante cuidar la alimentación, durante la menopausia lo es mucho más”, asegura Paula Martín Clares, farmacéutica y nutricionista a través de su canal Farmanutriconsejo.
Muchas mujeres se preguntan por qué sienten cansancio, les cambia la piel y ya no les funciona la rutina de belleza que practicaban hasta el momento, se les cae el pelo y sufren cambios físicos y psicológicos. Pues bien, muchas de estas respuestas requieren de una alimentación específica. Por ello, la doctora Clares recomienda ciertos alimentos y consejos para afrontar la menopausia de la mejor manera posible. A continuación y para terminar… la «lista de la compra» más aconsejable:
- Leche y derivados lácteos (leche, yogur, queso) para evitar o reducir la desclacificación de los huesos.
- Grasas saludables, como es el caso del aceite de oliva virgen extra, frutos secos y aguacate para minimizar el riesgo de sufrir colesterol.
- El consumo de sal debe reducirse y aumentar el consumo de verduras, como las alcachofas y los espárragos porque suele aumentar la retención de líquidos.
- Las proteínas magras (pescado blanco, pollo o pavo) a la plancha son muy recomendables.
- También aumentar el consumo de pescado blanco (bacalao, merluza y rape).
- Las raciones de fruta y verdura al día deben dividirse en cinco tomas si es posible.
- Los hidratos de carbono de absorción lenta, como pueden ser los cereales integrales, son aconsejables para ayudar a minimizar la sensación de fatiga constante.
- Hay que mantenerse bien hidratada y beber mucha agua (entre un litro y medio y dos al día).
- ¡Y evitar el consumo de alcohol!
