En materia de sandalias sostenibles hay una firma que, sin duda, lleva ventaja sobre todas las demás. ¿Su nombre? TEVA. Como ocurre en cualquier gran aventura, su camino hacia la sostenibilidad comenzó con un primer paso. En 2020, llevó a cabo la transición del 100% de sus reconocibles correas a plástico reciclado verificable y rastreable utilizando hilo REPREVE®. Desde entonces, esta empresa ha desviado 40 millones de botellas de plástico de los vertederos y les ha dado un mejor uso… sujetando sandalias a los pies.
La marca nació en el Gran Cañón en 1984, cuando un guía fluvial colocó dos correas de velcro en un viejo par de chanclas y creó un zapato que no se alejaba flotando. Tres décadas después, sus sandalias se han convertido en un símbolo de comodidad en el ámbito del outerwear. Ahora, en sus instalaciones se limpian, trituran y transforman 755 toneladas de botellas de plástico usadas en pequeños gránulos. A continuación, los gránulos limpios y preparados se convierten en hilo que se usa para tejer las correas ultrarresistentes de este tipo de calzado. Gracias a ello, más de 450.000 kilos de plástico no terminarán en los océanos, ni serán confundidos con comida por las tortugas marinas y otras especies que los habitan.
Además de sus correas recicladas, TEVA ha buscado alternativas sostenibles y éticas para otros materiales clave de su producción. Por ejemplo, cada pieza de cuero que utiliza proviene de curtiderías certificadas por el Leather Working Group, cuya misión es promover prácticas comerciales respetuosas con el medioambiente dentro de este ámbito industrial. También colabora con la Better Cotton Initiative, el programa de sostenibilidad de algodón más importante del mundo. Y aparece como certificada en la tabla de clasificación de Textile Exchange por su uso del poliéster reciclado.
Esta temporada, para que sus propios clientes pasen a la acción, ha puesto en marcha la campaña #TEVAforever. Se trata de un proyecto en colaboración con la empresa de reciclaje TerraCycle, a la cual se pueden enviar sus sandalias viejas o rotas sin ningún coste para que sean recicladas apropiadamente. Y para viralizar esta campaña se han producido varios vídeos protagonizados por los outdoorists y activistas medioambientales Leah Thomas, Tara Rock, Ron Griswell y Johnie Gall. A continuación, os los mostramos.
