Son made in Latam y han encontrado en la naturaleza el lugar de origen de las materias primas con las que crean diseños acogedores
El otoño ha llegado… y es hora de recuperar prendas de abrigo de nuestros armarios. Sabemos que este proceso puede llevarnos a encontrar piezas en mal estado. ¿Nuestra recomendación? Adquirir prendas duraderas, cómodas y, además, confeccionadas con tejidos naturales que respeten el planeta. Recuerda que los tiempos han cambiado y, actualmente, más allá de la estética de la ropa, el cómo se fabrica también importa.
Slow fashion en estado puro
En el continente latinoamericano hay muchas firmas especializadas en moda comfy creada con tejidos sostenibles, aprovechando las técnicas heredadas y la riqueza natural de sus regiones. A continuación, destacamos algunas de ellas que triunfan por su filosofía slow, apostando por fibras naturales como la alpaca y la lana merino que proceden de sus países de origen. ¿Su principal propósito? Reducir la huella ecológica mediante una producción ética mientras reivindican los saberes ancestrales.
MAYDI
María Abadala Zolezzi es la responsable de esta marca argentina de estética minimalista y siluetas trendy. De origen franco-argentino, estudió publicidad en Buenos Aires y realizó un curso de diseño de moda en el London College of Fashion. Gracias a su talento logró trabajar en la industria textil de París y Milán por más de 12 años. Sin embargo, no fue hasta 2014 cuando su sueño profesional se hizo realidad al fundar Maydi en Argentina. ¿Su objetivo? Diseñar moda con tejidos naturales y tintes vegetales creados con plantas autóctonas como el palo amarillo, el guayacán y la cochinilla. Sus piezas son hand-made to order y reivindican la calidad, el arte y la moda consciente.
YAPA
Esta firma boliviana triunfa en New York gracias a sus tejidos naturales hechos con un 100% de baby alpaca. Su diseñadora, Bernarda Peláez, la fundó en 2018 con el fin de crear diseños divertidos y conscious que revaloricen la herencia cultural de su país. ¿Te parece curioso el nombre? Proviene de la lengua quechua y significa “regalo”. Tal y como ella explica, con su marca pretende ayudar a cambiar de manera positiva la industria textil. Por eso, todas sus prendas son elaboradas por artesanos bolivianos, fomentando el trabajo digno y el reconocimiento de sus raíces latinas.
SUNSET THE JOURNEY
El sueño de Ana María Dueñas se materializó durante la pandemia en Colombia. Más que una marca es un movimiento que inspira a disfrutar la vida, transmitiendo mensajes de libertad, amor y respeto por nuestro planeta. Diseños únicos, estampados vibrantes y creatividad son las palabras que describen esta propuesta. Su inspiración son las preciosas playas del Caribe y la belleza de sus paisajes. Trabaja éticamente con mujeres de la comunidad Wayuu y con artesanas del Santander que son cabeza de familia. Entre sus tejidos naturales destacan el cáñamo, el algodón orgánico y el lino. ¿Su misión? Preservar la herencia cultural de Colombia, evocando en cada prenda un pedacito de ella.
ANA LIVNI
Ana Livni y Fernando Escuder fundaron en 2002 esta marca uruguaya que fusiona el arte con la industria. Ambos estudiaron en Montevideo en el Centro de diseño Industrial y realizaron un posgrado en gestión de la moda en el reconocido Instituto Polimoda de Florencia. Sus diseños promueven el slow fashion con esta filosofía de trabajo: “Caminar lento pero seguros”. Sus prendas timeless son elaboradas de manera responsable con tejidos naturales como la lana merino, revalorizando los recursos naturales y humanos de su país. Atención a sus básicos artesanales que son infalibles en esta temporada gracias a su suavidad y comodidad.
CARDAN CABOS
“Un nuevo hilado, una nueva historia”… así es el maravilloso slogan de esta marca uruguaya fundada en 2015 por la diseñadora Soledad Oliver. Ferviente amante de los tejidos naturales, Soledad se inspira en las formas y en las texturas de su entorno para crear los diseños de esta propuesta. En su taller trabaja con artesanos locales y emplea la lana merino para contribuir con la economía nacional. Y eso no es todo, también lleva a cabo una constante búsqueda de nuevas alternativas para replantear la industria de la moda. En sus colecciones hay desde abrigos abullonados ideales para el frío hasta prendas livianas de moda comfy, todas ello acompañado de bordados y eco prints.
ANIMANÁ
Adriana Marina se crió en Santa Cruz, Argentina, rodeada de los preciosos paisajes de la Patagonia, pero preocupada por el trato hacia las comunidades rurales. Por tal razón, en 2009 creó Animaná. Una marca con sentido que utiliza los tejidos naturales de los Andes para preservar el medioambiente y las técnicas ancestrales de esa región. Cuenta con certificación de triple impacto contribuyendo con: el planeta, la economía y la sociedad. ¿Su misión? Frenar la huella ambiental a través de la confección de moda comfy artesanal que incluye jerseys, cardigans, ponchos y mantas.
WISQA
Esta firma fue fundada en 2018 por Daphne Scapa con el objetivo de aprovechar los tejidos naturales del Perú para crear diseños únicos, atemporales y exclusivos. Daphne, al ser abogada con conocimientos en desarrollo sostenible, se dedicaba a la fiscalización medioambiental. Sin embargo, ella quería hacer algo más por el planeta y así… surgió Wisqa. Una marca que apuesta por el talento y la riqueza natural de su país. A través de ella no solo lucha en defensa del medioambiente, también es respetuosa con el comercio justo y con los derechos humanos. Sus abrigos, sweaters y vestidos son creados a partir de baby alpaca, seda y algodón orgánico.
MULIERR
De compañeras de clase a grandes socias. Así es la historia de la colombiana Paola Tarazona y la peruana Nicole Niego. Su amistad surgió en 2009 mientras cursaban diseño de moda en el Instituto Marangoni de Milán. En 2013 tomaron caminos diferentes, Paola regresó a Bogotá y Nicole viajó a Nueva York para realizar un degree en fashion marketing. Sin embargo, tras una llamada de amigas, decidieron asociarse para crear Mulierr y llevar la firma a otro nivel combinando sus dos culturas. Por eso, trabajan con artesanos de ambos países y emplean tejidos naturales de la mejor calidad. ¿El resultado? Prendas artesanales que empoderan a la mujer y fusionan la tradición con la vanguardia.
MAQU
Marisa Fuentes Prado creó esta marca con la intención de preservar la herencia cultural del Perú a través de diseños minimalistas y clásicos. Se formó como diseñadora en Lima y en 2013 viajó a Copenhague para colaborar con el creativo Henrik Vibskov. Dos años después se afincó en Berlín y dio vida a Maqu. Desde entonces, trabaja con artesanos de su país que utilizan tejidos naturales como la alpaca y el algodón pima, teñidos a mano con maíz morado y eucalipto. Un plus de la firma es que tanto sus envíos como su tienda física funcionan, únicamente, con Green Peace Energy. Además, una parte de sus ventas es donada para la educación de l@s niñ@s vulnerables de los Andes.
ALEJANDRA RAW PROJECT
Alejandra Márquez García es la mente creativa de esta firma mexicana. Su pasión por los textiles estuvo presente en ella desde pequeña y, por ello, estudió moda en el Centro Internacional de Innovación en Diseño de Guadalajara. Su trabajo consiste en materializar conceptos creativos inspirados, plenamente, en la naturaleza y elaborados con tejidos naturales. Su moda comfy va dirigida tanto a hombres como a mujeres que valoran lo handmade. Para crearla, Alejandra rescata técnicas ancestrales originarias de su tierra como el uso del telar de pedal, siendo fiel a una filosofía de trabajo zero waste. Tal y como ella comenta: “La moda no solo puede ser bonita, también puede ser ética y sostenible”.
