Los múltiples pros, tanto psicológicos como experienciales, de viajar solo avalan la aventura de descubrir un destino en solitario
No hay mayor viaje que el que se hace hacia el interior de uno mismo o una misma. Ese que emprendemos para conocernos mejor. Para iniciarlo (o profundizar en él), no hay nada mejor que ponernos en situaciones incómodas. Esas que comparten ganas y miedos a partes iguales y que nos sacan de nuestra acogedora zona de confort para hacernos crecer.
Una buena opción para pasar más tiempo en propia compañía a la vez que descubres nuevos lugares (o redescubres algunos ya conocidos) es atreverte a viajar solo. Hacerlo «puede ser una experiencia profundamente transformadora y terapéutica», afirma la psicóloga Leticia Cebrián. Y no solo eso, también puede ser una aventura fascinante en la que disfrutar de nuevas culturas, personas y, por qué no, de una versión tuya que tal vez desconocías.
Beneficios psicológicos de viajar solo
Como comentaba, viajar es una aventura que puede abrirte horizontes más allá de los geográficos. Puede mostrarte un universo que estaba en tu interior y que quizás desconocías. Porque cuando tú eres tu única compañía es inevitable escucharse y, por tanto, es más fácil llegar a comprender cuáles son tus necesidades y tus deseos.
La citada psicóloga valenciana recomienda la catártica experiencia de emprender un viaje solo o sola y la define como «una oportunidad única para el crecimiento personal y la autoexploración». Leticia nos ha explicado que «viajar en solitario desafía positivamente la zona de confort, permitiendo desarrollar una mayor confianza en ti y en tus habilidades para enfrentarte a nuevos entornos y situaciones». ¿Qué consigues con todo esto? «Ganas independencia y seguridad propias, lo que se refleja en un aumento de la autoestima y de la autoaceptación», destaca.
Esta experiencia no solo mejora tu relación contigo mismo o misma, también logra que trabajes y mejores tus relaciones sociales. «Viajar en solitario fomenta habilidades sociales y de comunicación. Al encontrarte en entornos desconocidos y alejados de tu zona de confort te ves impulsado a interactuar con las personas. Esto ayuda a superar la timidez y la ansiedad social, permitiéndote establecer conexiones significativas y relaciones enriquecedoras», comenta la experta.
Qué tener en cuenta para el viaje
Así pues, son muchos los beneficios psicológicos de atreverse a iniciar la aventura de viajar en solitario, pero, pese a ello, sabemos que puede suponer un gran desafío. Para que te cueste menos confrontarlo, existen algunos trucos que ayudan a planificar para darte seguridad de cara a los principales imprevistos que puedan surgir. ¡Toma nota!
- Contrata un seguro médico de viaje que cubra cualquier tipo de asistencia que puedas necesitar si viajas fuera de España. Los accidentes o problemas de salud inesperados son uno de los principales miedos al viajar solo al extranjero, si contratas un seguro te evitarás costes que puedan hacer de tu aventura una experiencia agridulce.
- Lleva diferentes copias de los documentos de viaje (billetes, reservas). Además de llevar el billete en tu móvil, guarda una copia en la nube o en tu mail para poder acceder a ella desde cualquier dispositivo conectado a internet si llegaras a necesitarlo.
- Al viajar solo o sola a un lugar desconocido planifica tu viaje, haz un listado de todo aquello que quieres visitar, pero deja opción a la improvisación y escúchate. Pregúntate qué te apetece hacer en cada momento y no te sobrecargues de planes, puede ser un recurso fácil para no escucharte.
- Si tu viaje es una escapada a un lugar conocido y tienes miedo de quedarte sin ideas sobre qué hacer, prepara una lista con cosas que te gusta hacer y para las que «nunca tienes tiempo». Esta ya no será la excusa.
- Si te gustaría conocer gente durante tu viaje solo, pero eres tímido o tímida y no sabes cómo hacerlo, apúntate a alguna actividad en grupo o visita guiada. Son una opción fantástica para conocer personas que, además, tienen intereses similares a los tuyos.
Cuatro eco destinos para dar el paso
Ahora que ya conoces todas los beneficios de viajar solo o sola y has anotado esos tips que lo harán más fácil… llega el momento más divertido: elegir el destino. Y puestos a viajar a un lugar en el que desconectar de la rutina… ¿qué mejor que sea sostenible? Aquí tienes cuatro eco destinos para disfrutar al máximo de todo lo que ofrecen sin dejar a un lado el cuidado del planeta.
Desconexión junto al mar en Jávea
Sus calas de aguas cristalinas y la naturaleza que rodea a este pueblo de la Costa Blanca lo convierte en un maravilloso destino para experimentar una experiencia introspectiva. Para ello, te proponemos escaparte unos días al Hotel Ritual de Terra & Spa. Un alojamiento ecofriendly en el que podrás disfrutar de tiempo de auténtica calidad. Relájate en su spa, lee en su piscina y disfruta de la gastronomía mediterránea, elaborada con productos locales en su restaurante Madre. Y si te apetece aventura, apúntate a las actividades acuáticas y, de paso, conoce gente nueva.
Vida slow en una reserva de Cataluña
Es un destino 100% ecológico y se encuentra a solo 30 minutos de Barcelona. Mas Salagros EcoResort es la escapada slow perfecta para liberarse del ruido de la ciudad, pero también un alojamiento tranquilo y agradable al que volver tras visitar la modernista ciudad condal. O (¿por qué no?) para combinar ambos planes. Ofrecen gastronomía ecológica, cuentan con AIRE Ancient Baths, un magnífico spa en el que cuidar de tu bienestar y ofrecen como alternativa actividades muy interesantes como la cata de vinos de la zona.
Bienestar bajo el cielo de Portugal
Si te apetece cambiar de cultura sin salir de la península, Portugal es tu destino. Un país pintoresco y, a la vez, muy cómodo y fácil de recorrer en coche o en tren. Si quieres un viaje urbanita, te recomendamos visitar Oporto o Lisboa, pero si prefieres sumergirte en la naturaleza… Alentejo es tu lugar. Es la costa más virgen (y mejor conservada) de toda Europa. Allí se encuentra la Reserva Alecrim, un maravilloso glamping boutique resort situado en medio de la naturaleza. Cuenta con una de las primeras piscinas biológicas del país y con una preciosa laguna en la que practicar deportes acuáticos.
En busca de la naturaleza en Irlanda
La verde (y sostenible) Irlanda es un país precioso, de esos que dejan huella. Si te decantas por él, comprabarás que recorrerlo es muy fácil a través de su cómoda red de transporte público. Si no sabes por qué zona decantarte, te recomendamos visitar el Parque Nacional Burren, situado en el suroeste del país. La zona cuenta con un maravilloso paisaje en el que se ha apostado al cien por cien por el turismo sostenible. Puedes alojarte en el Falls Hotel & Spa, un lugar ecofriendly rodeado de naturaleza y con un spa para relajarte y disfrutar (todavía mas) de su entorno de ensueño.
