¿Por qué la vitamina K suele ser la menos conocida dentro del ámbito vitamínico? En ECOLOVER no lo entendemos teniendo en cuenta lo importante que es cuidar su ingesta y la de potasio a través de una alimentación saludable y ecofriendly. Y además, se trata de un nutriente que interviene en varios procesos del organismo. ¿El más destacado? La coagulación de la sangre.
Pero atención, la vitamina K y el potasio son nutrientes diferentes que cumplen con diversas funciones dentro del organismo. No es posible encontrarlos en comidas parecidas, pero es de gran importancia que se mantenga un balance sano entre ambos. Además, la letra K es la representación del potasio dentro de la tabla periódica de los elementos… así que es obvia la estrecha relación que los une.
Respecto a la vitamina K y, en primer lugar, hay que definirla como el conjunto de vitaminas que provienen de la 2-metilnaftoquinona. ¿Significa esto que existen varios tipos de vitamina K? Pues sí. Es posible encontrar dos versiones del nutriente en cuestión. La vitamina K1 o filoquinona dentro de los vegetales de hojas verdes y la vitamina K2 o menaquinona que se encuentra en la carne y en los alimentos fermentados.
La primera es un tipo de vitamina K que se encuentra en las plantas y los productos que son de origen vegetal. Como, por ejemplo, las verduras de hojas verdes, espárragos, vegetales crucíferos (rúcula, brócoli, coliflor, col rizada, coles de Bruselas, rábano, nabo…), guisantes y algunas frutas como las ciruelas, uvas, kiwis, cerezas, moras… Esta es la vitamina que tiene que ver más con la coagulación de la sangre.
La segunda es producida por bacterias sanas en la microbiota. Y dentro de los alimentos también se puede conseguir en la comida fermentada como la kombucha o el chucrut. Pero atención, las cantidades varían bastante dependiendo del método de producción que se haya llevado a cabo.
Aparte de la citada coagulación (y de poseer propiedades antioxidantes que previenen el envejecimiento prematuro, todo hay que decirlo), se ha comprobado que la vitamina K ayuda con la prevención de la osteoporosis. Aparte de la vitamina D, esta vitamina desempeña un papel esencial al fijar el calcio en los huesos. Recientes estudios han determinado que aquellas personas que consumen alimentos que contienen vitamina K poseen huesos más fuertes.
Por último, la vitamina K también es indispensable para los bebés. De hecho, nada más nacer, se les suministra esta vitamina a través de una inyección intramuscular o con gotas orales durante las primeras 12 semanas. ¿Por qué? Ayuda a prevenir la enfermedad hemorrágica del recién nacido.
Respecto al potasio, es un mineral que se encuentra en cantidades abundantes dentro del cuerpo, ya que está presente dentro de la orina, en el sudor, dentro de la sangre y en los tejidos. Es de gran ayuda para tener una excelente asimilación de los líquidos. Aparte de esto, equilibra los niveles de ácido y transporta los nutrientes de los alimentos hacia las células. Y por si no era suficiente, es de gran ayuda para que los nervios, corazón, músculos y cerebro funcionen apropiadamente.
En todo momento debe presentar un nivel equilibrado. Si su cantidad es muy baja, provoca mucha debilidad corporal. Si es demasiado alta surgen problemas musculares, lo que puede afectar en gravedad al movimiento del corazón y se incrementa el riesgo de sufrir un ataque cardíaco. Pero tranquil@s, cuando hay un excedente de potasio, en condiciones normales, el organismo suele desecharlo de forma natural a través de la orina o el sudor.
Para terminar, ¿qué alimentos son ricos en potasio? Entre las verduras de hojas verdes hay que destacar, sin duda, las espinacas y el brócoli. Y entre las frutas, los plátanos o bananas. Entre las hortalizas, la patata y la calabaza. Y entre los pescados, el delicioso salmón. ¡Ah! Y entre los frutos secos, las pasas y las almendras. Y a continuación, un vídeo con la receta de pasta con espinacas de nuestro chef favorito… ¡Max La Manna!
