Y pensábamos que el regreso del estilo que define la década de los 2000s, representado por la ubicua abreviatura Y2K, era solo cuestión de una temporada. No sabíamos que el culmen de esta tendencia estaba por llegar. Y además, gracias a una colaboración de naturaleza sostenible.
Desde el minuto cero, ECOLOVER se ha declarado fan de la influyente e innovadora firma GANNI, una propuesta de moda Scandi que defiende sostenibilidad y diversidad a partes iguales y a través de una visión muy particular. Pues bien, la marca en cuestión se ha propuesto llevar el estilo Y2K a lo más alto esta primavera 2022… y lo ha conseguido.
¿Qué faltaba para dar por completo el triunfal regreso de la estética noughties? Conseguir que la mítica marca JUICY COUTURE volviese a ser (realmente) parte del actual panorama de la moda femenina y del renovado estilo Y2K. Rebobino la cinta de vídeo y nos situamos a finales de los años 90 en Los Ángeles, donde los nombres Pamela Skaist-Levy y Gela Nash-Taylor son lo más.
Este dúo de diseñadoras de poderosa imagen californiana saltó a la fama al diseñar chándales de velour en colores candy y a precios desorbitados. El suave tacto de las prendas en cuestión (y un modelo personalizado que confeccionaron para Madonna, claro) atrajo a las it girls de la época al instante y el fenómeno viral se produjo… sin necesidad de redes sociales.
Britney Spears, Gwen Stefani, Fergie, JLo, Paris Hilton, Lindsay Lohan… todas ellas se vistieron con los codiciados y aterciopelados tracksuits en vídeos musicales, photocalls y shootings de todo tipo consiguiendo que la marca se transformara en un imperio que, en 2003, fue comprado por la empresa Liz Claiborne para perdurar tras más cambios de propiedad hasta el día de hoy. Hasta luego Pamela & Gela.
Volvemos al presente. La firma danesa Ganni, aprovechando la fiebre Y2K generalizada, ha conseguido cerrar su colaboración más… ¿inesperada? Pero además también… ¡ecofriendly! Gracias al 100 % de trazabilidad en las etapas 1 a 4 de su cadena de suministro y a la publicación de todos sus proveedores de las etapas 1 y 2 con Open Apparel Registry para impulsar la transparencia.
Así pues, el citado e icónico chándal ya cuenta con una versión eco conscious gracias a una mezcla de algodón orgánico certificado y reciclado pre consumo, así como al uso de poliéster reciclado. La cápsula Ganni x Juicy Couture tan solo cuenta, atención, con 13 piezas. Esto es una auténtica edición limitada y lo demás… es puro marketing.
Ditte Reffstrup, directora creativa de Ganni ha comentado: “Hay pocas prendas de moda en el mundo que se reconozcan tan fácilmente como el chándal de terciopelo de Juicy Couture. Es parte de la historia del estilo Y2K y estoy muy emocionada por la interpretación responsable de Ganni. Para la colección, quisimos capturar el ambiente urbano de Los Ángeles en los 2000s mientras le añadíamos la visión Scandi contemporánea de Ganni«.
Sin duda, trabajar en un clásico Y2K de este calibre ha sido muy divertido para el equipo creativo de Ganni. Pero solo tres colores (muy poco Juicy) han sido elegidos para ser protagonistas: el marrón, el azul índigo y el negro. Eso sí, el logo de pedrería impreso no se echa en falta. Y la cápsula también incluye camisetas, vestidos, tops y leggings, elaborados con materiales orgánicos certificados y reciclados, como parte de la iniciativa Responsibility Game Plan de Ganni.
Esta primavera pueden intentar sorprender muchas otras cápsulas que, seguramente, están por llegar. Sin embargo, tienen bastante difícil superar el nivel de Ganni x Juicy Couture. Una nueva prueba que confirma algo que en ECOLOVER no dejamos de repetir: el estilo Y2K y la sostenibilidad no son conceptos antagónicos. Quien diga lo contrario, miente.
