Las semillas de lino son un alimento muy presente en la cocina, pero también un ingrediente natural perfecto para incluir en tu rutina de cuidado capilar, facial y corporal
Desde hace tiempo es habitual incorporar las semillas en nuestros platos para aprovechar todas sus propiedades nutricionales. Son ya tan numerosas que se han ganado a pulso el apelativo de superalimentos. Una de las más conocidas es la semilla de lino, utilizada desde hace más de 5000 años en forma de aceite de linaza según National Geographic.
Hoy en día se consume de diferentes formas y, además, forma parte de diferentes rituales de belleza por sus beneficios cosméticos para tratar la piel y el cabello. A continuación, ahondamos en el origen de esta semilla ancestral, en sus propiedades y, por supuesto, en cómo puede mejorar la piel y el cabello y… (¡alerta, spoiler!) también te damos la receta para crear el remedio natural más viral del momento a base de linaza.
¿De dónde surge el aceite de linaza?
Este beneficioso y polivalente aceite se extrae de las semillas de lino que, a su vez, se obtienen de una planta conocida como Linum Usitatissimum. El uso y el conocimiento de las propiedades de estas semillas se remonta a la antigüedad, donde se cultivaban en zonas como Egipto, China y Mesopotamia.
Sin duda, fue en el Antiguo Egipto fue donde las semillas de lino tuvieron un especial arraigo. Allí no solo utilizaban las semillas, el aceite y las fibras para alimentarse, cuidarse y vestirse, el lino era una parte fundamental de sus rituales sagrados. Enterraban a sus seres queridos en semillas, utilizaban el tejido de lino para embalsamar a sus momias e, incluso, llegó a ser moneda de cambio en sus transacciones económicas.
Las múltiples propiedades del lino
Las semillas de lino son la materia prima de la que se extrae el aceite de linaza y son un tipo de grano con múltiples propiedades que mejoran el funcionamiento del organismo, así como la apariencia de la piel y del cabello al aplicarlo de forma tópica. Son las siguientes:
- Son ricas en ácidos grasos esenciales como el Omega 3, 6 y 9. Por ello son idóneas para disminuir la presión arterial, regular el colesterol, conseguir un correcto funcionamiento del cerebro y tratar diferentes afecciones de la piel, desinflamándola y calmándola.
- Tienen un alto contenido en fibra. Por lo que ayudan a saciar, mejorar el tracto intestinal y mejorar el control de la diabetes de tipo 2.
- Son una fuente de las vitaminas B y E. La primera fortalece el sistema nervioso y circulatorio mientras que la segunda destaca por su acción antioxidante contra los radicales libres.
- Son ricas en minerales como el hierro, calcio, fósforo, potasio y zinc.
Beneficios para la piel y el cabello
Todas las anteriores propiedades se trasladan al aceite de linaza (también conocido como aceite de lino) cuando hablamos de cosmética. En este ámbito el aceite se utiliza a modo de remedio natural para aliviar diferentes afecciones de la piel y del cabello y para mejorar su apariencia. Éstas son todas sus posibilidades al respecto:
- Su acción antiinflamatoria y calmante ayuda a combatir el acné, a tratar afecciones crónicas como la psoriasis y la rosácea, y puntuales como las quemaduras solares.
- Sus ácidos grasos son idóneos para nutrir e hidratar en profundidad hasta las pieles más secas. También fortalece, nutre y aporta brillo al cabello más seco, deshidratado y quebradizo.
- Estimula la producción de colágeno, por lo que es una opción perfecta para que las pieles maduras se vean reafirmadas, elásticas y con una textura y un tono más uniforme.
- Reduce la acción de los radicales libres, gracias al efecto antioxidante de la vitamina E, tanto en el cuero cabelludo como en la piel.
- Equilibra el pH del cabello, la producción de sebo y controla la caspa.
- Es aconsejable para nutrir el cabello rizado, fortalecer los folículos pilosos y mantener su hidratación. Y no solo eso: con el gel de linaza (sigue leyendo para descubrir cómo prepararlo en casa) también se consigue definir los rizos y controlar el molesto frizz.
- Por último, ayuda con la cicatrización de heridas superficiales.
Cómo usar el aceite de linaza
Si te animas a incluir el aceite de linaza en tu rutina de belleza, es importante que sepas cómo utilizarlo. En el rostro y cuerpo, puedes aplicarlo como cualquier otro aceite: pon unas gotas en el dorso de la mano, caliéntalo y aplícalo en la zona a tratar.
En el cabello se suele utilizar a modo de mascarilla prelavado, de medios a puntas si tu cabello es graso o por toda la melena si está muy seco y dañado. Hay que dejarlo actuar durante 30 minutos y después lavarlo. También puedes aplicarlo después de lavarlo, como un acondicionador sin aclarado.
El gel de linaza viral y… anti frizz
Además del aceite de linaza, existe otro remedio natural hecho con lino que está causando auténtico furor en redes sociales por sus magníficos resultados en el cabello. Hablamos del gel de linaza, una especie de gelatina perfecta para definir los rizos y controlar el frizz. ¿Cómo se prepara en casa? Sigue leyendo, no lo dudes.
¿Qué necesitas?
- 1 cucharada de semillas de lino (unos 30 gramos aproximadamente)
- 1 cazuela pequeña
- 1 colador
- 1 litro de agua
- Unas ramas de canela (opcional)
¿Cómo se hace?
El primer paso es poner agua a hervir en un cazo. Cuando esté en plena ebullición, añade las semillas de lino y déjalas hervir durante 5 minutos. También puedes añadir unas ramas de canela para darle aroma. Remueve de vez en cuando para que las semillas no se peguen al fondo de la cazuela. Una vez transcurrido este tiempo, filtra el agua, que tendrá una textura gelatinosa, con la ayuda de un colador. Hazlo mientras está caliente para que sea más fácil. Déjala enfriar y guárdalo en la nevera durante un máximo de 5 a 7 días.
¿Para qué se utiliza?
El gel de linaza tiene múltiples usos. Puedes utilizarlo para definir tus rizos, para hidratar las puntas del cabello, para evitar el frizz o como gomina para controlar esos pelitos rebeldes cuando te recoges la melena. También sirve como un tratamiento a través de una mascarilla intensiva prelavado. Para disfrutar de sus beneficios aplícalo por todo el cabello (puedes añadir una cucharada de un aceite nutritivo, como el de jojoba para potenciar su efecto), déjalo actuar 30 minutos y acláralo.