El regreso a Nueva York de la firma MCQUEEN para presentar su colección del próximo otoño-invierno ha tenido una absoluta protagonista: la sostenibilidad… a través de los hongos. Ya en los años 90 el propio Lee Alexander llevó sus shows a la Gran Manzana dos veces. Y la actual directora creativa Sarah Burton le acompañó en ambos viajes. Sin embargo, en aquellos tiempos todo era muy diferente.
El genio creativo de Lee no conocía límites y sus desfiles lograron elevar la puesta en escena a un nivel que se desconocía hasta el momento. Tan solo John Galliano conseguía emularle a través de la maison Dior. Y ambos no tenían en cuenta el perjuicio que podían ocasionar sus alucinantes montajes en defensa de la moda más vanguardista, pero no del planeta.
Ahora, Sarah Burton, inspirada por el elemento de la Tierra ha utilizado árboles caídos que se replantarán para recrear la madre naturaleza en un almacén de Brooklyn. Antes de comenzar el desfile titulado Mycelium se oían pájaros e insectos por los altavoces, pero después, el apropiado e icónico tema A Forest de The Cure se convirtió en la banda sonora más idónea.
Sin embargo, lo realmente importante del evento sucedía en el backstage, donde Sarah se esforzaba en explicar las maravillas del micelio. La mayor parte de los hongos son mohos filamentosos, es decir, tienen extensiones parecidas en la forma a los tallarines. Estos filamentos ramificados de células se llaman hifas, y forman un laberinto o agrupación parecido a un tejido, conocido como micelio.
Los humildes hongos están en boca de tod@s los profesionales de la moda. El pasado año la venerada casa parisina Hermès presentó su propio bolso de mano de ‘cuero de hongos’ como parte de una colaboración con la empresa emergente MycoWorks. Y casi a la vez los científicos e ingenieros de Bolt Threads, crearon el sustituto del cuero Mylo que utiliza micelio.
Este cuero es el que ha utilizado ya en numerosas ocasiones la pionera diseñadora Stella McCartney. De hecho, ella fue quien convenció al conglomerado del lujo al que pertenece, Kering, a adquirir la exclusiva de su uso para que otras firmas se animaran a experimentar con los fascinantes hongos que hasta protagonizan un documental de gran éxito en Netflix, titulado Fantastic Fungi. Y McQueen no ha tardado más que una temporada.
Sarah Burton no solo ha utilizado el micelio en tejidos y en detalles de fantasía que han bordado algunos de los mejores looks de la colección. También ha rendido tributo a los colores psicodélicos de los propios hongos: verde ácido, amarillo, azul eléctrico, rojo brillante… a través de una impecable sastrería.
El propio Lee, probablemente, se habría sentido fascinado por el micelio. Siempre estuvo obsesionado por los elementos y muy a menudo se inspiró en el tema naturaleza versus máquina. Muchos años después, esta lucha es más real que nunca.
Aunque no se usó cuero de hongos en la colección, el equipo de trabajo de la firma británica está realizando pruebas con él y con otros cueros sustitutos. Para compensar, el 85 % de los materiales de la colección provienen del reciclaje. Así que el balance final de una propuesta como esta es más que positivo desde el punto de vista ecofriendly.
El equilibrio reflexivo entre la artesanía y la alta costura de McQueen posee ahora un trasfondo sostenible. Los hongos han llegado para quedarse y convertirse en una materia prima clave para todo tipo de moda. Y el ámbito del lujo es el que primero ha reaccionado ante la excepcional oportunidad que la propia naturaleza proporciona. ¿Cuándo reaccionarán la poderosa fast fashion y el sportswear ante la evidencia? Esperemos que no tarden mucho.
