Si hay algo que nos encanta en Ecolover es descubrir proyectos que dan visibilidad a la creatividad y el buen hacer de la artesanía tradicional. Especialmente, cuando se trata de propuestas que esconden una historia tan peculiar y ocurrente como la que te presentamos en este post.
A priori, BALBINO puede parecer una firma de zapatillas de estar por casa al uso. Sin embargo, al indagar sobre esta empresa con sede en Oviedo (Asturias), pronto se descubre que es mucho más que eso. Es una editora de productos que trabaja con el objetivo de convertir historias en objetos. E irónicamente, para la madre de uno de sus socios fundadores, “es una empresa de la nueva ERA (Empresas Ruinosas Asturianas)”.
Fue hace cinco años cuando Noelia, Carlos, Aitor y Pedro decidieron idear y dar forma a este ingenioso proyecto de artesanía tradicional con el lanzamiento de su primer producto: las pantuflas. Un tipo de calzado muy común en todos los hogares durante la temporada de frío. Aunque, tal y como han dejado ver en su perfil de Instagram, en el norte much@s se niegan a separarse de ellas incluso en verano.
Las suyas conservan la esencia y estética de las de toda la vida, las de estampado de cuadros de estilo escocés inseparables de nuestros abuelos en los meses de frío para andar de aquí para allá. Ahora, la intención de Balbino es que sean también los jóvenes quienes las luzcan dentro y fuera de casa. Y, la verdad sea dicha, en estos cinco últimos años lo han conseguido.
Aunque dicen no tener todavía una filosofía de trabajo bien definida, nos aventuramos a asegurar que la reivindicación de la artesanía tradicional y del made in Spain están entre sus pilares. ¿El motivo? La producción de sus pantuflas está localizada en Elda, Alicante. Y son ell@s mism@s quienes eligen el estampado, los colores de los tejidos y los materiales, que son la pura lana virgen y la lana merina de origen extremeño.
Teniendo en cuenta que Balbino se propone contar historias apoyando la artesanía tradicional, su primera colección de zapatillas ya dejó el listón bastante alto… al estar fabricada con deadstocks antiguas empresas textiles que se encargan de recopilar viajando por toda España. De ahí su nombre, Pañerías Desaparecidas. ¿Algunas de esas enseñas que yacen ahora en el olvido? La fábrica de paños Gómez Rodulfo en Béjar, Salamanca; Textilana y Pous Textil en Sabadell; o Textil Riba en Santander.
Tras el éxito de la anterior colección, llegaron cinco más: On Fire, Ulises, Oveja Negra, Landi e Impromerios. Todas en edición limitada y con un denominador común: estar inspiradas en alguna anécdota, emoción, personaje influyente o hecho curioso. Claro ejemplo de ello es la última de ellas, que surgió a raíz de la publicación del primer libro de Balbino… otra historia convertida en objeto.
Teoría del insulto en Asturias, de José Manuel Vilabella, es un recopilatorio de insultos pintorescos y castizos de Asturias en el que se explican uno a uno su significado, etimología, historia y evolución, así como el uso que hacen de ellos los asturianos para faltarse el respeto. Y quizás os preguntéis… ¿qué tienen que ver los insultos asturianos con las pantuflas? Para ell@s, poco o mucho, depende de cómo se mire.
Lo mismo ocurre con las cartas que publican en su web y con su newsletter. O el tercer producto que se puede comprar ahora mismo en su web: La caja Balbina. Una caja inspirada en las que usaban los limpiabotas para guardar los utensilios de limpiar el calzado. Para fabricarla intervienen, como ell@s bien explican, “manos de expertos en artesanía tradicional que suenan a otros tiempos. Las del ebanista que, primero, talla la madera y, después, la barniza en nogal. Las del lacador, que le da la mano de tinta negra. La misma que a los pianos de cola. Y las del herrero que trabaja la forma del latón”.
El espacio físico en el que han establecido su sede es, sin duda, la cuadratura del círculo. Se trata de una antigua pañería (antes Pañerías Aramo) que ellos han reformado y convertido en su lugar de trabajo. Eso sí, manteniendo la esencia del lugar e, incluso, el nombre (ahora se llama Panerías Aramo/Balbino). Allí cuentan con un showroom y una zona de trabajo colaborativo, aunque también es el lugar donde organizar “cosas divertidas e interesantes para l@s amig@s de Balbino”.
Ahora que conoces la historia de este proyecto basado en reivindicar la artesanía tradicional, y teniendo en cuenta la época del año en la que nos encontramos… raro sería que no te hayan entrado ganas de visitar su web para adquirir algunas de sus originales y calentitas pantuflas. Y, atención, también las puedes adquirir en alguno de los puntos de venta físicos que tienen por toda España.
