¡La rentrée cuesta! ECOLOVER te propone 10 tips para disminuir la apatía y gestionar mejor el tiempo al regresar a la rutina cotidiana
La crisis por volver a la rutina cotidiana… ese problema que padecemos en el primer mundo, donde disfrutamos del concepto vacaciones, parece ir en aumento. A menudo, regresamos de nuestro descanso y nos incorporamos sin transición. ¿El resultado? No nos da tiempo a digerir la vuelta a los madrugones, las obligaciones, los horarios y el estrés laboral.
Si no tenemos cuidado… todo ello nos puede arrastrar como un tsunami. Un estudio de la compañía de gestión de empresas Lee Hecht Harrison (LHH) define el síndrome postvacacional como «una ruptura en el proceso de adaptación entre el tiempo de descanso generado por las vacaciones y la vuelta a la rutina cotidiana«. La definición es exacta, pero no tiene en cuenta la parte más anímica del asunto.
El ubicuo síndrome postvacacional
La OMS no lo reconoce como enfermedad, pero sí como un trastorno adaptativo. En un revelador informe se ha confirmado que un 37% de los trabajadores en España sufre dicho síndrome postvacacional al reincorporarse al trabajo tras el verano… y la cifra va en aumento.
Una parte importante del 63% restante, aunque no padece depresión, sí experimenta cuadros de fatiga y estrés vinculados a la vuelta al trabajo. En definitiva, todo ello puede llegar a desestabilizarnos mucho y, en función del grado de afectación, podemos sentir desánimo, ansiedad, apatía, exceso de carga mental y caos emocional.
Cómo afrontar la rutina cotidiana
La rentrée es un buen momento para poner el contador a cero. ¿Y si en vez de ver lo negativo de volver a la carga, cambiáramos el enfoque y viéramos la oportunidad de retomar buenos hábitos y de plantearnos nuevos objetivos? «Nuestra meta ha de ser alcanzable y debemos ser conscientes del beneficio que nos aportará, porque esa motivación será lo que nos haga mantenernos firmes y perseverar», comenta Ludovic Dujardin, cofundador de la app de meditación Petit BamBou.
Ananda Ceballos, doctora en Filosofía y Psicóloga, experta en mindfulness y colaboradora de la citada app afirma que «las vacaciones nos ayudan a vaciarnos de todo lo que nos pesa». Y por ello se trata de un periodo idóneo para tomar conciencia de lo que nos gustaría cambiar en nuestras vidas. «Nuestras metas nos llevan de forma natural a mirar hacia el futuro pero es muy útil empezar mirando al pasado: ¿cuáles me propuse el año pasado después de las vacaciones? Algunas quizás las he alcanzado, otras quizás no. Si se trata de algo que no he conseguido, ¿por qué abandoné mi objetivo?», plantea Ananda.
Tips para un regreso triunfal
A continuación, algunos de los consejos de Ananda Ceballos para conseguir hacer realidad (y no abandonar) todo lo que nos propongamos en la vuelta a esa rutina cotidiana que
- Asegúrate de que tus objetivos son realmente tuyos. Es decir, de que los deseas independientemente de lo que piensen los demás.
- Ancla tus metas en la realidad. No dejes volar la imaginación hacia un ideal de perfección inalcanzable.
- Establece tus objetivos en positivo. Nuestro inconsciente no retiene las frases negativas, si formulamos un objetivo como «NO tomar comida basura» nuestro inconsciente escuchará «comida basura». Da un giro lingüístico a tu frase y en su lugar, di «comer más sano».
- Ponte retos a corto plazo y a largo plazo. Si quieres perder 20kg empieza pensando: «Quiero perder 4 kg a corto plazo, y el resto en un periodo de tres meses», por ejemplo.
- Aprende a identificar la voz de tu «crític@ interior«. Será quien intente sabotear tus esfuerzos constantemente. Frases como «no lo vas a conseguir» bloquean nuestra creatividad y limitan nuestra energía vital.
- Aprende a gestionar tu tiempo. Un informe de la empresa Workmeter desvela que solo el 45% de la jornada laboral española es productiva; un 35% se dedica a tareas que no aportan rentabilidad, aunque sean necesarias; y el 20% restante son horas no productivas. ¿Y en qué se pierde el tiempo? En internet, en hablar con compañeros y en gestiones personales, por ese orden. De ahí la importancia de hacer un «retro-planning» de cada objetivo, definiendo los deadlines de cada tarea. Y teniendo en cuenta que si dejamos algo para mañana corremos el riesgo de dejarnos arrastrar por emociones negativas como la culpabilidad y la frustración.
- Deja fluir y relaja el control. Aferrarnos al control de cómo queremos que ocurran las cosas condiciona nuestra actitud y favorece el estrés. Soltarlo y confiar es liberador, ya que pocas cosas dependen realmente de nosotros.
- Encuentra una persona que te anime. Será más fácil continuar.
- Recompénsate de vez en cuando. No todo ha de ser sacrificio, también debemos premiarnos cuando alcancemos una de nuestras metas.
- Y practica la meditación. A través de ella puedes encontrar momentos de calma que te ayuden a potenciar la visión positiva del regreso a la rutina. Por la mañana o por la tarde, según preferencias, empieza con 10 o 15 minutos, por ejemplo, con alguno de los programas de la citada app Petit BamBou. Notarás cómo tu mente se va relajando y tus estados emocionales se vuelven más estables, con menos impulsividad.
