Parece que el otoño se ha instalado oficialmente con la llegada de octubre. Por fin el sofocante calor de estos meses atrás ha decidido darnos tregua y ya se empieza a notar el descenso de las temperaturas. Pero, aunque esperábamos con ganas el poder llevarnos la cazadora vaquera o una rebeca de punto “por si refresca”, la nueva estación también significa el temido fashion drama del cambio de armario.
Efectivamente, ha llegado la hora de intercambiar los shorts, los vestidos cortos, las blusas sin mangas y las sandalias por los jerséis de lana, las gabardinas, los pantalones largos y los botines. Y, aunque a much@s pueda darles pereza el solo hecho de pensar en el cambio de armario, antes o después es inevitable tener que ponerse manos a la obra.
Sin embargo, hay una pregunta clave que nos ronda la cabeza: ¿por qué para algunas personas el cambio de armario es un momento tan temido? Si te has sentido identificad@ y no encuentras la respuesta, aquí va una posibilidad: quizás (y solo quizás) sigas cometiendo el error de comprar de forma inconsciente y, por ende, de acumular y acumular y acumular año tras año.
Si las predicciones son correctas, no te alarmes todavía porque tenemos buenas noticias: este post es la ayuda que necesitas. Porque, si algo hemos aprendido estos últimos años (o esperamos que así haya sido), es que el secreto de un buen armario no está en la cantidad, sino en la calidad. O en palabras de la diseñadora Vivienne Westwood: “Compra menos, elige bien y haz que dure”.
Para ayudarte en esta ardua misión, hemos pedido ayuda a la estilista Benedetta Perazzo, especializada en slow fashion y estilo de vida consciente, para la preparación de esta pequeña guía que, a través de unos sencillos pasos, puede ayudarte a realizar el cambio de armario de forma consciente y sostenible.
Primer paso: identifica qué prendas y accesorios tienes
Uno de los errores más comunes cuando llega el cambio de armario es, tal y como afirma Benedetta, lanzarse a comprar nuevas prendas sin haber echado un ojo primero a lo que ya tenemos en su interior. E-RROR. Seguro que más de la mitad de las prendas que guardas de años anteriores están en perfecto estado y puede que, incluso, algunas piezas todavía… lleven la etiqueta puesta.
¿Te acuerdas de aquella camisa que compraste en rebajas porque estaba bien de precio? ¿O aquellos pantalones que te enamoraron en el escaparate y, tras una puesta, cayeron en el olvido? Pues bien, ha llegado la hora de que con el cambio de armario reaparezcan para que, al menos, seas consciente de que han estado ahí todo este tiempo… sin usar.
Segundo paso: deshazte de todo aquello que no usas
Benedetta incide en que, cada temporada, es muy importante hacer un buen decluttering. Es decir, despejar aprovechando el cambio de armario: “Esto te permite quedarte con lo que efectivamente utilizas. Así no te agobias, lo tienes todo más claro, tienes menos ropa y te resulta más fácil combinar las prendas entre sí”, explica.
Así pues, di bye bye a todo aquello que lleva tiempo ocupando espacio sin ningún otro propósito. Para ello, es recomendable aprovechar el cambio de armario y eliminar siempre todo lo que no hayas usado durante toda la temporada anterior (a excepción de alguna pieza que sea especial). Porque, atención, spoiler: si llevas tanto tiempo sin usarlo… tampoco lo vas a hacer en un futuro.
Eso sí, si está en buen estado, intenta siempre darle una segunda vida: dónalo, regálalo a algún familiar o amig@, véndelo, recíclalo… La opción que prefieras, porque tampoco se trata de desecharlo sin más.
Tercer paso: no lo dudes, re-enamórate de tu armario
Todas las prendas y accesorios que, llegados a este punto, se hayan quedado a tu lado, son aquellas que verdaderamente te gustan, llevas en tu día a día y te hacen sentir cómod@. Pero, ¿qué hacer para no aburrirse de llevar siempre lo mismo? Benedetta lo define como “ir de compras en tu propio armario”.
Y es que otro de los errores más habituales al realizar un cambio de armario es no recurrir a la propia creatividad para experimentar, probar nuevas combinaciones y crear nuevos looks con ropa que ya tienes: “No tienes por qué comprar nuevas prendas. Simplemente hacer un buen análisis de lo que ya tienes y reutilizarlo cambiando los outfits«.
Así que, ya sabes, ponte delante del espejo y empieza a probar diferentes combinaciones que hasta ahora no se te habían ocurrido. De las que te gusten, hazte un selfie y crea una especie de lookbook personal con todos los estilismos. Además de útil, es una forma divertida de disfrutar de la moda.
Cuarto paso: organiza y clasifica tus prendas y accesorios
El desorden es muchas veces el causante de que perdamos la noción de qué y qué no tenemos durante un cambio de armario. Por eso, lo ideal es tenerlo todo a la vista (en la medida de lo posible) y bien organizado. En este sentido, si no cuentas con suficiente espacio para tener la ropa de ambas temporadas en un mismo lugar, aplica el consejo al menos a la de la temporada vigente.
Mantener el armario y los cajones ordenados sabemos que, a no ser que seas una Marie Kondo de la vida, se puede complicar y resultar estresante. Pero sí que hay algunos organization tips que resultan efectivos para hacer más fácil este mantenimiento.
Por ejemplo, durante el cambio de armario aprovechar para realizar una clasificación de la ropa por tipos -vestidos, pantalones, camisas, etc-, ocasiones -ropa de trabajo, ropa de estar por casa, ropa de salir- e, incluso, por colores. Visualmente, te resultará mucho más fácil, primero, saber donde tienes cada cosa y, segundo, volver a dejarla de nuevo en su sitio. Y, por supuesto, todo lo anterior es aplicable también a los complementos.
Quinto paso: haz una lista con básicos que realmente necesites
Ya has hecho la limpieza, has descartado lo que no vale, te has quedado con lo que sí y lo has guardado bien ordenado en el armario. Y ahora, ¿qué? Pues lo siguiente que debes hacer es identificar si te falta alguno de los básicos de moda que forman un armario cápsula. Es decir, aquellas prendas infalibles que se pueden combinar fácilmente entre sí y siempre funcionan.
¿Algunos ejemplos? Según Benedetta… “un buen vaquero; camisetas básicas en colores como el blanco, el negro y tonos neutros, sin logo ni bordados; una chaqueta que combine con todo, como puede ser una gabardina o un buen blazer negro; unas zapatillas y un botín; y un buen jersey en lana y cashmere”.
Benedetta también subraya que el cambio de armario permite crear una parte cápsula, algo fundamental para no sentir la necesidad de tener que renovar constantemente: “Se trata de tener una buena base con básicos en tonos neutros que combinen entre sí y vayan con todo. Y luego, de repente, cada temporada puedes comprarte una o dos prendas más especiales, de tendencia o de un color más especial para combinarlas con ese armario de essentials”.
A la hora de escoger estas prendas y accesorios, es cierto que cada uno tiene sus preferencias. Pero, como comentábamos, hay piezas que casi todo el mundo utiliza y se pueden adaptar a distintas situaciones. La estilista pone el ejemplo de unos buenos jeans sostenibles o «posiblemente vintage, como unos Levi’s 501 de los de antes, que tienen un tejido denim que hoy día no se fabrica y no es así de duradero. Este tipo de Levi’s se encuentran incluso baratos en tiendas de segunda mano”.
Sexto paso: invierte siempre en firmas y tejidos de calidad
Benedetta lo tiene claro: “Nada de telas sintéticas, ni pieles falsas o de poca calidad. Lo más aconsejable es apostar por firmas de slow fashion que trabajen con tejidos de calidad, ya sean naturales o reciclados, duraderos y que sean firmas en su mayoría made in Spain«. También recomienda comprar en tiendas online de segunda mano o en tiendas vintage, sobre todo para los complementos.
En este último paso entra en juego un aspecto muy importante: saber leer y entender las etiquetas para tener conocimiento de lo que estás pagando. Existe una gran variedad de tejidos (sobre todo los empleados por la fast fashion) que no solo contaminan muchísimo el medioambiente durante y tras su producción, tampoco son aptos para soportar el paso del tiempo por su pésima calidad. ¿Nuestra recomendación? Huir de ellos. Porque sí, en estos casos, lo barato SIEMPRE sale caro.
Y colorín, colorado, está guía (y tu cambio de armario) aquí se han acabado. Esperamos que, tras seguir el paso a paso y tener en cuenta los tips, hayas conseguido transformar tu armario en un espacio más consciente, organizado, atemporal y funcional. O, al menos, que estés in process. Únicamente nos queda un último consejo que darte y es quizás el más importante: aprende de esta experiencia positiva con la moda y úsala a partir de ahora para no volver a cometer los mismos errores en el futuro.
